55 Versículos bíblicos sobre ver a Dios

“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”

— Mateo 5:8

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”

— Juan 1:18

“L único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén”

— 1 Timoteo 6:16

“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”

— Colosenses 1:15

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”

— Hebreos 12:14

“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros”

— 1 Juan 4:12

“Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”

— Éxodo 33:20

“Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”

— 1 Corintios 13:12

“Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”

— Apocalipsis 22:4

“Habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis”

— Deuteronomio 4:12

“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”

— Juan 14:9

“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”

— 2 Corintios 4:6

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”

— 1 Juan 3:2

“Al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado”

— Apocalipsis 4:2

“Ntonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”

— Isaías 6:5

“Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová”

— Salmos 27:8

“Oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”

— Apocalipsis 21:3

“O sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí”

— Job 19:25-27

“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”

— Mateo 18:10

“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”

— Juan 17:24

“Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”

— 2 Timoteo 1:10

“Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”

— Salmos 42:2

“Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario”

— Salmos 63:2

“Cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)”

— 2 Tesalonicenses 1:10

“Njugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

“¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes”

— Isaías 64:1

“No enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”

— Jeremías 31:34

“A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso”

— 1 Pedro 1:8

“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño”

— Salmos 24:3-4

“Ste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él”

— Juan 3:2

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos”

— Apocalipsis 7:9

“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”

— Mateo 11:27

“Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”

— Lucas 10:23-24

“Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro”

— Salmos 11:7

“Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”

— Apocalipsis 14:7

“Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él”

— Salmos 34:8

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”

— 1 Juan 4:19

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”

— 2 Corintios 3:18

“¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado”

— Apocalipsis 15:4

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”

— Apocalipsis 3:21

“(porque por fe andamos, no por vista)”

— 2 Corintios 5:7

“L que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús”

— Apocalipsis 22:20

“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”

— 1 Juan 4:20

“Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria”

— Salmos 73:23-24

“Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros”

— Hechos 17:27

“Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”

— Hebreos 11:27

“En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”

— Apocalipsis 19:16

“Se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”

— Isaías 25:9

“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro”

— Salmos 89:15

“Cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”

— Apocalipsis 15:3

“Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria”

— Apocalipsis 18:1

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Mateo 7:7

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”

— Santiago 4:8

“Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados”

— Salmos 34:5

“Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”

— Proverbios 3:6