“Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”
— Romanos 12:20
“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer panY si tuviere sed, dale de beber aguaPorque ascuas amontonarás sobre su cabezaY Jehová te lo pagará”
— Proverbios 25:21-22
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan os persiguen”
— Mateo 5:44
“Cuando cayere tu enemigo, no te regocijesY cuando tropezare, no se alegre tu corazón”
— Proverbios 24:17
“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian”
— Lucas 6:27-28
“Bendecid a los que os persiguen; bendecid, no maldigáis”
— Romanos 12:14
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadoresUnges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”
— Salmos 23:5
“Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo”
— Éxodo 23:4-5
“Cuando los caminos del hombre son agradables a JehováAun a sus enemigos hace estar en paz con él”
— Proverbios 16:7
“No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
— 1 Pedro 3:9
“¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecenY me enardezco contra tus enemigos?Los aborrezco por completoLos tengo por enemigos”
— Salmos 139:21-22
“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer panY si tuviere sed, dale de beber agua”
— Proverbios 25:21
“Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa”
— Jeremías 11:20
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan os persiguen”
— Mateo 5:44
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”
— Romanos 12:21
“Amad, pues, a vuestros enemigos, haced bien, prestad, no esperando de ello nada; será vuestro galardón grande, seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos malos”
— Lucas 6:35
“No digas: Como me hizo, así le haréDaré el pago al hombre según su obra”
— Proverbios 24:29
“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, para con todos”
— 1 Tesalonicenses 5:15
“Me devuelven mal por bienPara afligir a mi almaPero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicioAfligí con ayuno mi almaY mi oración se volvía a mi senoComo por mi compañero, como por mi hermano andabaComo el que trae luto por madre, enlutado me humillaba”
— Salmos 35:12-14
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería maledicencia, toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:31-32
“No digas: Yo me vengaréEspera a Jehová, él te salvará”
— Proverbios 20:22
“Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos”
— 2 Timoteo 4:14
“Deja la ira, desecha el enojoNo te excites en manera alguna a hacer lo malo”
— Salmos 37:8
“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, vivid en paz; el Dios de paz de amor estará con vosotros”
— 2 Corintios 13:11
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”
— Levítico 19:18
“Bienaventurado el que piensa en el pobreEn el día malo lo librará JehováJehová lo guardará, le dará vidaSerá bienaventurado en la tierraY no lo entregarás a la voluntad de sus enemigosJehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”
— Salmos 41:1-3
“Entonces se le acercó Pedro le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”
— Mateo 18:21-22
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“El que da mal por bienNo se apartará el mal de su casa”
— Proverbios 17:13
“No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
— Zacarías 7:10
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”
— Mateo 6:14-15
“Mas tú, Señor, Dios misericordioso clementeLento para la ira, grande en misericordia verdad”
— Salmos 86:15
“El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”
— 1 Pedro 2:22-23
“El odio despierta rencillasPero el amor cubrirá todas las faltas”
— Proverbios 10:12
“Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”
— Lucas 23:34
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
— Isaías 41:10
“A Esaú aborrecí, convertí sus montes en desolación, abandoné su heredad para los chacales del desierto”
— Malaquías 1:3
“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, por ella muchos sean contaminados”
— Hebreos 12:14-15
“En pago de mi amor me han sido adversariosMas yo oraba”
— Salmos 109:4
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
— Romanos 8:31
“La cordura del hombre detiene su furorY su honra es pasar por alto la ofensa”
— Proverbios 19:11
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”
— 1 Juan 4:20
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
— Filipenses 4:8
“Jehová, Dios de las venganzasDios de las venganzas, muéstrateEngrandécete, oh Juez de la tierraDa el pago a los soberbios¿Hasta cuándo los impíosHasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?”
— Salmos 94:1-3
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:4-7
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley los profetas”
— Mateo 7:12
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”
— Santiago 1:19-20
“Pues habiendo antes padecido sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición”
— 1 Tesalonicenses 2:2
“La blanda respuesta quita la iraMas la palabra áspera hace subir el furor”
— Proverbios 15:1
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”
— 2 Timoteo 2:24-26