“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”
— Deuteronomio 6:4
“Hijo mío, está atento a mis palabrasInclina tu oído a mis razones”
— Proverbios 4:20
“En tus mandamientos meditaréConsideraré tus caminos”
— Salmos 119:15
“Inclinad vuestro oído, venid a mí; oíd, vivirá vuestra alma; haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David”
— Isaías 55:3
“Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; vuestros oídos, porque oyen”
— Mateo 13:16
“Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, aun se os añadirá a vosotros los que oís”
— Marcos 4:24
“Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará”
— Lucas 8:18
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, de estar en pie delante del Hijo del Hombre”
— Lucas 21:36
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”
— Juan 8:31
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”
— Juan 14:15
“Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno”
— Hechos 20:31
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”
— Romanos 12:2
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”
— 1 Corintios 10:12
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”
— 2 Corintios 13:5
“Mirad, pues, con diligencia cómo éis, no como necios sino como sabios”
— Efesios 5:15
“Hermanos, sed imitadores de mí, mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros”
— Filipenses 3:17
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”
— Colosenses 3:2
“Examinadlo todo; retened lo bueno”
— 1 Tesalonicenses 5:21
“Así que, hermanos, estad firmes, retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra”
— 2 Tesalonicenses 2:15
“Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”
— 1 Timoteo 4:15
“Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”
— 2 Timoteo 4:5
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”
— Tito 2:7
“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos”
— Hebreos 2:1
“Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos”
— Hebreos 12:25
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
— Santiago 1:19
“Pero sed hacedores de la palabra, no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”
— Santiago 1:22
“Al que sabe hacer lo bueno, no lo hace, le es pecado”
— Santiago 4:17
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”
— 1 Pedro 1:13
“Sed sobrios, velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”
— 1 Pedro 5:8
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”
— 2 Pedro 1:10
“Ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”
— 1 Juan 2:28
“Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo”
— 2 Juan 1:8
“Acuérdate, pues, de lo que has recibido oído; guárdalo, arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, no sabrás a qué hora vendré sobre ti”
— Apocalipsis 3:3
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, guarda sus ropas, para que no ande desnudo, vean su vergüenza”
— Apocalipsis 16:15
“Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojosGuarda la ley el consejo”
— Proverbios 3:21
“Inclina tu oído oye las palabras de los sabiosY aplica tu corazón a mi sabiduría”
— Proverbios 22:17
“Aplica tu corazón a la enseñanzaY tus oídos a las palabras de sabiduría”
— Proverbios 23:12
“Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduríaSi la hallares tendrás recompensaY al fin tu esperanza no será cortada”
— Proverbios 24:14
“Sé diligente en conocer el estado de tus ovejasY mira con cuidado por tus rebaños”
— Proverbios 27:23
“El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”
— Eclesiastés 12:13
“Escucha esto, JobDetente, considera las maravillas de Dios”
— Job 37:14
“No las encubriremos a sus hijosContando a la generación venidera las alabanzas de Jehovásu potencia, las maravillas que hizo”
— Salmos 78:4
“Me regocijaré en tus estatutosNo me olvidaré de tus palabras”
— Salmos 119:16
“Inclina mi corazón a tus testimoniosY no a la avaricia”
— Salmos 119:36
“Consideré mis caminosY volví mis pies a tus testimonios”
— Salmos 119:59
“Enséñame buen sentido sabiduríaPorque tus mandamientos he creído”
— Salmos 119:66
“Mi corazón incliné a cumplir tus estatutosDe continuo, hasta el fin”
— Salmos 119:112
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”
— Isaías 26:3
“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, anuncia a mi pueblo su rebelión, a la casa de Jacob su pecado”
— Isaías 58:1
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Su sentarse su levantarse mira; yo soy su canción”
— Lamentaciones 3:63
“Sobre mi guarda estaré, sobre la fortaleza afirmaré el pie, velaré para ver lo que se me dirá, qué he de responder tocante a mi queja”
— Habacuc 2:1
“Vino palabra de Jehová a Zacarías, diciendo”
— Zacarías 7:8
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”
— Mateo 7:24
“Pero cualquiera que me oye estas palabras no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena”
— Mateo 7:26
“El que tiene oídos para oír, oiga”
— Mateo 13:9
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”
— Mateo 25:13
“Mirad, velad orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo”
— Marcos 13:33
“Estén ceñidos vuestros lomos, vuestras lámparas encendidas”
— Lucas 12:35
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, de estar en pie delante del Hijo del Hombre”
— Lucas 21:36
“Él era antorcha que ardía alumbraba; vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz”
— Juan 5:35
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
— Juan 16:33
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”
— 1 Corintios 9:24
“Su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor temblor”
— 2 Corintios 7:15
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”
— Colosenses 4:2
“Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos seamos sobrios”
— 1 Tesalonicenses 5:6
“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”
— 2 Tesalonicenses 3:1
“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”
— 1 Timoteo 6:12
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”
— 2 Timoteo 2:15
“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, velad en oración”
— 1 Pedro 4:7
“Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha irreprensibles, en paz”
— 2 Pedro 3:14
“Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga”
— Apocalipsis 2:25
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”
— Apocalipsis 3:11
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, guarda sus ropas, para que no ande desnudo, vean su vergüenza”
— Apocalipsis 16:15