53 Versículos bíblicos sobre perdonar a quienes te hicieron daño

Versículos bíblicos sobre perdonar a quienes te hicieron daño

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”

— Mateo 6:14-15

“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”

— Efesios 4:32

“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”

— Colosenses 3:13

“Cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”

— Marcos 11:25

“No juzguéis, no seréis juzgados; no condenéis, no seréis condenados; perdonad, seréis perdonados”

— Lucas 6:37

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”

— 1 Juan 1:9

“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”

— Romanos 12:17-21

“Entonces se le acercó Pedro le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”

— Mateo 18:21-22

“Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”

— Lucas 23:34

“Así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza”

— 2 Corintios 2:7

“El que cubre la falta busca amistadMas el que la divulga, aparta al amigo”

— Proverbios 17:9

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”

— Santiago 5:16

“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”

— 1 Pedro 4:8

“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”

— Hebreos 12:14

“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan os persiguen”

— Mateo 5:44

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”

— Romanos 8:1

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”

— Juan 13:34-35

“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, para con todos”

— 1 Tesalonicenses 5:15

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”

— Gálatas 6:1

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”

— 1 Pedro 2:21-23

“No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidadesNi nos ha pagado conforme a nuestros pecadosPorque como la altura de los cielos sobre la tierraEngrandeció su misericordia sobre los que le temenCuanto está lejos el oriente del occidenteHizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”

— Salmos 103:10-12

“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”

— Miqueas 7:18-19

“Venid luego, dice Jehová, estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”

— Isaías 1:18

“Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, nos dio el ministerio de la reconciliación”

— 2 Corintios 5:18

“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; si se arrepintiere, perdónale. si siete veces al día pecare contra ti, siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”

— Lucas 17:3-4

“La cordura del hombre detiene su furorY su honra es pasar por alto la ofensa”

— Proverbios 19:11

“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias deleites diversos, viviendo en malicia envidia, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros”

— Tito 3:2-3

“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna”

— 1 Timoteo 1:15-16

“Si alguno dice: Yo amo a Dios, aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”

— 1 Juan 4:20

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería maledicencia, toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”

— Efesios 4:31-32

“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”

— Colosenses 3:13

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, anda, reconcíliate primero con tu hermano, entonces ven presenta tu ofrenda”

— Mateo 5:23-24

“AñadeY nunca más me acordaré de sus pecados transgresiones”

— Hebreos 10:17

“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”

— 2 Timoteo 2:24-26

“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”

— Santiago 1:19-20

“No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”

— 1 Pedro 3:9

“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”

— Romanos 14:13

“No digas: Como me hizo, así le haréDaré el pago al hombre según su obra”

— Proverbios 24:29

“Porque tú, Señor, eres bueno perdonadorY grande en misericordia para con todos los que te invocan”

— Salmos 86:5

“Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, haced misericordia piedad cada cual con su hermano”

— Zacarías 7:9

“Levantándose, vino a su padre. cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, fue movido a misericordia, corrió, se echó sobre su cuello, le besó. el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, vestidle; poned un anillo en su mano, calzado en sus pies. traed el becerro gordo matadlo, comamos hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, ha revivido; se había perdido, es hallado. comenzaron a regocijarse”

— Lucas 15:20-24

“Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”

— Juan 8:11

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley los profetas”

— Mateo 7:12

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

— 1 Corintios 13:4-7

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

— Filipenses 4:13

“Mira que te mando que te esfuerces seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”

— Josué 1:9

“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, vivid en paz; el Dios de paz de amor estará con vosotros”

— 2 Corintios 13:11

“El Señor os haga crecer abundar en amor unos para con otros para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros”

— 1 Tesalonicenses 3:12

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorí”

— Efesios 2:8-9

“Porque tú, Señor, eres bueno perdonadorY grande en misericordia para con todos los que te invocan”

— Salmos 86:5

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. él es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”

— 1 Juan 2:1-2

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:16

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4