“Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre”
— Génesis 25:24
“Salió el primero rubio, era todo velludo como una pelliza; llamaron su nombre Esaú”
— Génesis 25:25
“Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; fue llamado su nombre Jacob. era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz”
— Génesis 25:26
“Se llegó también a Raquel, la amó también más que a Lea; sirvió a Labán aún otros siete años”
— Génesis 29:30
“Llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo”
— Génesis 30:24
“Amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; le hizo una túnica de diversos colores”
— Génesis 37:3
“Viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, no podían hablarle pacíficamente”
— Génesis 37:4
“Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí”
— Génesis 37:23
“Cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, le trajeron arriba, le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. llevaron a José a Egipto”
— Génesis 37:28
“Los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia”
— Génesis 37:36
“Aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno”
— Génesis 38:27
“Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, la partera tomó ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero”
— Génesis 38:28
“Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, llamó su nombre Zara”
— Génesis 38:30
“Los hijos de Israel fructificaron se multiplicaron, fueron aumentados fortalecidos en extremo, se llenó de ellos la tierra”
— Éxodo 1:7
“Habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, otra Fúa, les dijo”
— Éxodo 1:15
“Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, a toda hija preservad la vida”
— Éxodo 1:22
“Antes que te formase en el vientre te conocí, antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
— Jeremías 1:5
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“He aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril”
— Lucas 1:36
“Aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; Elisabet fue llena del Espíritu Santo”
— Lucas 1:41
“Se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa”
— Lucas 1:56
“Dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales, lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”
— Lucas 2:7
“Vinieron, pues, apresuradamente, hallaron a María a José, al niño acostado en el pesebre”
— Lucas 2:16
“Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido”
— Lucas 2:21
“Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad”
— Lucas 2:36
“Le trajo a Jesús. mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)”
— Juan 1:42
“Habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera”
— Juan 11:43
“Halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos”
— Hechos 18:2
“Al otro día, saliendo Pablo los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él”
— Hechos 21:8
“A los que predestinó, a estos también llamó; a los que llamó, a estos también justificó; a los que justificó, a estos también glorificó”
— Romanos 8:30
“Porque está escritoRegocíjate, oh estéril, tú que no das a luzProrrumpe en júbilo clama, tú que no tienes dolores de partoPorque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido”
— Gálatas 4:27
“Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio”
— 1 Corintios 4:15
“A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia paz, de Dios nuestro Padre de Cristo Jesús nuestro Señor”
— 1 Timoteo 1:2
“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”
— Hebreos 11:11
“Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”
— Santiago 1:18
“Oí el número de los sellados: ciento cuarenta cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel”
— Apocalipsis 7:4
“Después de esto miré, he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones tribus pueblos lenguas, que estaban delante del trono en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en las manos”
— Apocalipsis 7:9
“Después miré, he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, con él ciento cuarenta cuatro mil, que tenían el nombre de él el de su Padre escrito en la frente”
— Apocalipsis 14:1
“Tenía un muro grande alto con doce puertas; en las puertas, doce ángeles, nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel”
— Apocalipsis 21:12
“El muro de la ciudad tenía doce cimientos, sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero”
— Apocalipsis 21:14
“Midió su muro, ciento cuarenta cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel”
— Apocalipsis 21:17
“En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
— Apocalipsis 22:2