“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, sanarán”
— Marcos 16:17-18
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder autoridad sobre todos los demonios, para sanar enfermedades. los envió a predicar el reino de Dios, a sanar a los enfermos”
— Lucas 9:1-2
“Sanad a los enfermos que en ella haya, decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”
— Lucas 10:9
“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate anda”
— Hechos 3:6
“Por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales prodigios en el pueblo; estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón”
— Hechos 5:12
“Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados”
— Hechos 8:7
“Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales prodigios”
— Hechos 14:3
“Hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, las enfermedades se iban de ellos, los espíritus malos salían”
— Hechos 19:11-12
“Con potencia de señales prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo”
— Romanos 15:19
“A otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”
— 1 Corintios 12:9
“A unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas”
— 1 Corintios 12:28
“¿Tienen todos dones de sanidad?, ¿hablan todos lenguas?, ¿interpretan todos?”
— 1 Corintios 12:30
“Si tuviese profecía, entendiese todos los misterios toda ciencia, si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, no tengo amor, nada soy”
— 1 Corintios 13:2
“Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios milagros”
— 2 Corintios 12:12
“Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?”
— Gálatas 3:5
“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores maestros”
— Efesios 4:11
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”
— Santiago 5:16
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”
— 1 Pedro 3:8
“Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero de la palabra del testimonio de ellos, menospreciaron sus vidas hasta la muerte”
— Apocalipsis 12:11
“En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
— Apocalipsis 22:2
“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”
— Éxodo 15:26
“Quitará Jehová de ti toda enfermedad; todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren”
— Deuteronomio 7:15
“Cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, estaréis seguros; creed a sus profetas, seréis prosperados. habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, se mataron los unos a los otros”
— 2 Crónicas 20:20-22
“Bendice, alma mía, a Jehováno olvides ninguno de sus beneficiosÉl es quien perdona todas tus iniquidadesEl que sana todas tus dolencias”
— Salmos 103:2-3
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores; nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:4-5
“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”
— Jeremías 30:17
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, en sus alas traerá salvación; saldréis, saltaréis como becerros de la manada”
— Malaquías 4:2
“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”
— Mateo 8:16
“Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, se pasará; nada os será imposible”
— Mateo 17:20
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, queda sana de tu azote”
— Marcos 5:34
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”
— Marcos 9:23
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”
— Lucas 8:48
“Le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”
— Lucas 17:19
“Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales prodigios, no creeréis”
— Juan 4:48
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; aun mayores hará, porque yo voy al Padre”
— Juan 14:12
“Mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades señales prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús”
— Hechos 4:30
“Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón”
— Hechos 8:22
“Aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre de disentería; entró Pablo a verle, después de haber orado, le impuso las manos, le sanó”
— Hechos 28:8
“Si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”
— Romanos 8:11
“Todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, la roca era Cristo”
— 1 Corintios 10:4
“Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios”
— 2 Corintios 1:20
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”
— 1 Juan 3:8
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4