“Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios”
— Levítico 19:34
“Al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”
— Éxodo 22:21
“No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda”
— Deuteronomio 24:17
“Abre tu boca por el mudoEn el juicio de todos los desvalidos”
— Proverbios 31:8
“Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”
— Isaías 1:17
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios”
— Miqueas 6:8
“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”
— Santiago 1:27
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley los profetas”
— Mateo 7:12
“Como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”
— Lucas 6:31
“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, las que hay, por Dios han sido establecidas”
— Romanos 13:1
“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”
— 1 Pedro 2:17
“El rico el pobre se encuentranA ambos los hizo Jehová”
— Proverbios 22:2
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
— Gálatas 3:28
“Amos, haced lo que es justo recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos”
— Colosenses 4:1
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas”
— Hechos 10:34
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
— Juan 7:24
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta reposadamente en toda piedad honestidad”
— 1 Timoteo 2:1-2
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”
— 1 Pedro 2:17
“Defended al débil al huérfanoHaced justicia al afligido al menesteroso”
— Salmos 82:3
“No engañninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios”
— Levítico 25:17
“Jehová es el que hace justiciaY derecho a todos los que padecen violencia”
— Salmos 103:6
“Así ha dicho Jehová: Haced juicio justicia, librad al oprimido de mano del opresor, no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar”
— Jeremías 22:3
“Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, haced misericordia piedad cada cual con su hermano”
— Zacarías 7:9
“El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:39
“El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos”
— Marcos 12:31
“He aquí un intérprete de la ley se levantó dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente; a tu prójimo como a ti mismo. le dijo: Bien has respondido; haz esto, vivirásPero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, viéndole, fue movido a misericordia; acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite vino; poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero, le dijo: Cuídamele; todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, haz tú lo mismo”
— Lucas 10:25-37
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”
— Juan 13:34
“Pero el que tiene bienes de este mundo ve a su hermano tener necesidad, cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”
— 1 Juan 3:17
“Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia la fe de los santos”
— Apocalipsis 13:10
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, no te escondas de tu hermano?”
— Isaías 58:6-7
“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”
— Santiago 2:8
“Abre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”
— Proverbios 31:9
“Porque no digo esto para que haya para otros holgura, para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, el que poco, no tuvo menos”
— 2 Corintios 8:13-15
“No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”
— Efesios 5:11
“De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”
— Hebreos 13:16
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”
— 1 Juan 4:20
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
— Mateo 5:9
“Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”
— Lucas 19:8
“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, no agradarnos a nosotros mismos”
— Romanos 15:1
“Te encarezco delante de Dios del Señor Jesucristo, de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad”
— 1 Timoteo 5:21
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor de dominio propio”
— 2 Timoteo 1:7
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, no tenga nada malo que decir de vosotros”
— Tito 2:7-8
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
— 1 Pedro 3:8-9
“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro con ropa espléndida, también entra un pobre con vestido andrajoso, miráis con agrado al que trae la ropa espléndida le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos?”
— Santiago 2:1-4