44 Versículos bíblicos sobre las sanidades divinas

Versículos bíblicos sobre las sanidades divinas

“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”

— Éxodo 15:26

“Bendice, alma mía, a Jehováno olvides ninguno de sus beneficiosÉl es quien perdona todas tus iniquidadesEl que sana todas tus dolencias”

— Salmos 103:2-3

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”

— Isaías 53:5

“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, llevó nuestras dolencias”

— Mateo 8:16-17

“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”

— Mateo 9:35

“Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, queda sana de tu azote”

— Marcos 5:34

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, sanarán”

— Marcos 16:17-18

“Toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él sanaba a todos”

— Lucas 6:19

“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”

— Lucas 8:48

“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder autoridad sobre todos los demonios, para sanar enfermedades”

— Lucas 9:1

“Puso las manos sobre ella; ella se enderezó luego, glorificaba a Dios”

— Lucas 13:13

“Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, anda. al instante aquel hombre fue sanado, tomó su lecho, anduvo. era día de reposo aquel día”

— Juan 5:8-9

“Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, untó con el lodo los ojos del ciego, le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, se lavó, regresó viendo”

— Juan 9:6-7

“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate anda”

— Hechos 3:6

“Mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades señales prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús”

— Hechos 4:30

“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo con poder a Jesús de Nazaret, cómo este anduvo haciendo bienes sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”

— Hechos 10:38

“Si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”

— Romanos 8:11

“A otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”

— 1 Corintios 12:9

“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

— 2 Corintios 12:9

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”

— Gálatas 3:13-14

“A Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”

— Efesios 3:20

“Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza”

— Filipenses 2:27

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. la oración de fe salvará al enfermo, el Señor lo levantará; si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”

— Santiago 5:14-15

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”

— 1 Pedro 2:24

“Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”

— 1 Pedro 3:16

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

“Envió su palabra, los sanólos libró de su ruina”

— Salmos 107:20

“Entonces nacerá tu luz como el alba, tu salvación se dejará ver pronto; irá tu justicia delante de ti, la gloria de Jehová será tu retaguardia”

— Isaías 58:8

“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”

— Jeremías 30:17

“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, en sus alas traerá salvación; saldréis, saltaréis como becerros de la manada”

— Malaquías 4:2

“Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble”

— Zacarías 9:12

“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”

— Mateo 10:1

“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”

— Mateo 14:14

“Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”

— Marcos 1:34

“Le trajeron un sordo tartamudo, le rogaron que le pusiera la mano encima. tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, escupiendo, tocó su lengua; levantando los ojos al cielo, gimió, le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. Al momento fueron abiertos sus oídos, se desató la ligadura de su lengua, hablaba bien. les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más más lo divulgaban. en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, a los mudos hablar”

— Marcos 7:32-37

“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”

— Lucas 4:40

“Le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”

— Lucas 17:19

“Habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! el que había muerto salió, atadas las manos los pies con vendas, el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, dejadle ir”

— Juan 11:43-44

“Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos atormentados de espíritus inmundos; todos eran sanados”

— Hechos 5:16

“Aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre de disentería; entró Pablo a verle, después de haber orado, le impuso las manos, le sanó”

— Hechos 28:8

“(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, llama las cosas que no son, como si fuesen”

— Romanos 4:17

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”

— Santiago 5:16

“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”

— 1 Juan 3:8

“En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”

— Apocalipsis 22:2