“Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico”
— Levítico 21:23
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, llevó nuestras dolencias”
— Mateo 8:17
“El Espíritu del Señor está sobre míPor cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobresMe ha enviado a sanar a los quebrantados de corazónA pregonar libertad a los cautivosY vista a los ciegosA poner en libertad a los oprimidos”
— Lucas 4:18
“Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, al instante salió sangre agua”
— Juan 19:34
“Por la fe en su nombre, a este, que vosotros veis conocéis, le ha confirmado su nombre; la fe que es por él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros”
— Hechos 3:16
“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
— 2 Corintios 12:9
“De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús”
— Gálatas 6:17
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús”
— Filipenses 3:12
“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”
— Colosenses 1:24
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”
— 1 Pedro 3:18
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazónY salva a los contritos de espíritu”
— Salmos 34:18
“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”
— Salmos 41:3
“Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos; de la mañana a la noche me acabarás”
— Isaías 38:13
“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”
— Jeremías 30:17
“He aquí que yo les traeré sanidad medicina; los curaré, les revelaré abundancia de paz de verdad”
— Jeremías 33:6
“Dé la mejilla al que le hiere, sea colmado de afrentas”
— Lamentaciones 3:30
“Le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos”
— Zacarías 13:6
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, queda sana de tu azote”
— Marcos 5:34
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”
— Lucas 8:48
“Cuando Jesús lo vio acostado, supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?”
— Juan 5:6
“Le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, haz tu cama. en seguida se levantó”
— Hechos 9:34
“Esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. salió en aquella misma hora”
— Hechos 16:18
“Bendito sea el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”
— 2 Corintios 1:3-4
“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado”
— 1 Pedro 4:14
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, los guiará a fuentes de aguas de vida; Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
— Apocalipsis 7:17
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermoSáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen”
— Salmos 6:2
“Porque mis lomos están llenos de ardorY nada hay sano en mi carne”
— Salmos 38:7
“He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados”
— Isaías 38:17
“A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí”
— Jeremías 8:18
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda”
— Lamentaciones 3:55
“Derramaré sobre la casa de David, sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia de oración; mirarán a mí, a quien traspasaron, llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”
— Zacarías 12:10
“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”
— Mateo 14:14
“Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano le tocó, le dijo: Quiero, sé limpio”
— Marcos 1:41
“Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, le dijo: No llores”
— Lucas 7:13
“Jesús entonces, al verla llorando, a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu se conmovió”
— Juan 11:33
“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, mira mis manos; acerca tu mano, métela en mi costado; no seas incrédulo, sino creyente”
— Juan 20:27
“Le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, haz tu cama. en seguida se levantó”
— Hechos 9:34
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3
“Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”
— 2 Corintios 1:5
“Miré, vi que en medio del trono de los cuatro seres vivientes, en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra”
— Apocalipsis 5:6
“No habrá más maldición; el trono de Dios del Cordero estará en ella, sus siervos le servirán”
— Apocalipsis 22:3
“Aunque ande en valle de sombra de muerteNo temeré mal alguno, porque tú estarás conmigoTu vara tu cayado me infundirán aliento”
— Salmos 23:4
“Me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagosoPuso mis pies sobre peña, enderezó mis pasos”
— Salmos 40:2
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, a los presos apertura de la cárcel”
— Isaías 61:1
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14