55 Versículos bíblicos sobre las cenizas

Versículos bíblicos sobre las cenizas

“Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto”

— Levítico 16:10

“Tomaba Job un tiesto para rascarse con él, estaba sentado en medio de ceniza”

— Job 2:8

“Volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración ruego, en ayuno, cilicio ceniza”

— Daniel 9:3

“Llegó la noticia hasta el rey de Nínive, se levantó de su silla, se despojó de su vestido, se cubrió de cilicio se sentó sobre ceniza”

— Jonás 3:6

“En cada provincia lugar donde el mandamiento del rey su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro lamentación; cilicio ceniza era la cama de muchos”

— Ester 4:3

“Rasgad vuestro corazón, no vuestros vestidos, convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es clemente, tardo para la ira grande en misericordia, que se duele del castigo”

— Joel 2:13

“¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, haga cama de cilicio de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, día agradable a Jehová?”

— Isaías 58:5

“Por lo cual yo como ceniza a manera de panY mi bebida mezclo con lágrimas”

— Salmos 102:9

“Abraham replicó dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo ceniza”

— Génesis 18:27

“Entonces Tamar tomó ceniza la esparció sobre su cabeza, rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando”

— 2 Samuel 13:19

“Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio de ceniza, se fue por la ciudad clamando con grande amargo clamor”

— Ester 4:1

“¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio en ceniza”

— Mateo 11:21

“¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio ceniza, se habrían arrepentido”

— Lucas 10:13

“Por tanto me aborrezcoY me arrepiento en polvo ceniza”

— Job 42:6

“Cuando oí esto, rasgué mi vestido mi manto, arranqué pelo de mi cabeza de mi barba, me senté angustiado en extremo”

— Esdras 9:3

“El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, con cilicio tierra sobre sí”

— Nehemías 9:1

“Los hombres de Nínive creyeron a Dios, proclamaron ayuno, se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos”

— Jonás 3:5

“El sacerdote mirará, si en la piel de su cuerpo aparecieren manchas blancas algo oscurecidas, es empeine que brotó en la piel; está limpia la persona”

— Levítico 13:39

“Junto a los ríos de BabiloniaAllí nos sentábamos, aun llorábamosAcordándonos de Sion”

— Salmos 137:1

“Aconteció que al sepultar unos a un hombre, súbitamente vieron una banda armada, arrojaron el cadáver en el sepulcro de Eliseo; cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, se levantó sobre sus pies”

— 2 Reyes 13:21

“Entonces Tamar tomó ceniza la esparció sobre su cabeza, rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando”

— 2 Samuel 13:19

“Harán oír su voz sobre ti, gritarán amargamente, echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en ceniza”

— Ezequiel 27:30

“¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, haga cama de cilicio de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, día agradable a Jehová?”

— Isaías 58:5

“Diciendo: El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, creed en el evangelio”

— Marcos 1:15

“El sol se oscureció, el velo del templo se rasgó por la mitad”

— Lucas 23:45

“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”

— 2 Corintios 7:10

“Afligíos, lamentad, llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, vuestro gozo en tristeza”

— Santiago 4:9

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”

— Mateo 6:16

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno lloro lamento”

— Joel 2:12

“Volvió luego Ester a hablar delante del rey, se echó a sus pies, llorando rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo su designio que había tramado contra los judíos”

— Ester 8:3

“Entonces dijo David a Joab, a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, ceñíos de cilicio, haced duelo delante de Abner. el rey David iba detrás del féretro”

— 2 Samuel 3:31

“Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto vendrá sobre nosotros el destruidor”

— Jeremías 6:26

“Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicioAfligí con ayuno mi almaY mi oración se volvía a mi seno”

— Salmos 35:13

“Volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración ruego, en ayuno, cilicio ceniza”

— Daniel 9:3

“Quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job”

— Job 42:10

“Vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; se arrepintió del mal que había dicho que les haría, no lo hizo”

— Jonás 3:10

“Entonces Jacob rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus lomos, guardó luto por su hijo muchos días”

— Génesis 37:34

“Sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos puso cilicio sobre su carne, ayunó, durmió en cilicio, anduvo humillado”

— 1 Reyes 21:27

“Derramaré sobre la casa de David, sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia de oración; mirarán a mí, a quien traspasaron, llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”

— Zacarías 12:10

“Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto”

— 2 Corintios 7:11

“Le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, ponles una señal en la frente a los hombres que gimen que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella”

— Ezequiel 9:4

“Tomó el becerro que habían hecho, lo quemó en el fuego, lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, lo dio a beber a los hijos de Israel”

— Éxodo 32:20

“Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador”

— Lucas 18:13

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantadoAl corazón contrito humillado no despreciarás tú, oh Dios”

— Salmos 51:17

“Donde estuvo tres días sin ver, no comió ni bebió”

— Hechos 9:9

“¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa”

— 1 Reyes 21:29

“¿Por qué, dicen, ayunamos, no hiciste caso; humillamos nuestras almas, no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, oprimís a todos vuestros trabajadores”

— Isaías 58:3

“Porque el que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido”

— Mateo 23:12

“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”

— 1 Pedro 3:8

“Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, se echó en tierra, todos sus criados que estaban junto a él también rasgaron sus vestidos”

— 2 Samuel 13:31

“Entonces Job se levantó, rasgó su manto, rasuró su cabeza, se postró en tierra adoró”

— Job 1:20

“En cada provincia lugar donde el mandamiento del rey su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro lamentación; cilicio ceniza era la cama de muchos”

— Ester 4:3

“Entre la entrada el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?”

— Joel 2:17

“El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, con cilicio tierra sobre sí”

— Nehemías 9:1

“Traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová”

— Isaías 66:20