“Tomará por esposa a una mujer virgen”
— Levítico 21:13
“Cuando alguno tomare mujer, después de haberse llegado a ella la aborreciere, le atribuyere faltas que den que hablar, dijere: A esta mujer tomé, me llegué a ella, no la hallé virgen; entonces el padre de la joven su madre tomarán sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta; dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, él la aborrece; he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad. Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre lo castigarán; le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; la tendrá por mujer, no podrá despedirla en todos sus días. Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, la apedrearán los hombres de su ciudad, morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti”
— Deuteronomio 22:13-21
“Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, alguno la hallare en la ciudad, se acostare con ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, los apedrearéis, morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti”
— Deuteronomio 22:23-24
“No des a las mujeres tu fuerzaNi tus caminos a lo que destruye a los reyes”
— Proverbios 31:3
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”
— 1 Corintios 6:18
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, cada una tenga su propio marido”
— 1 Corintios 7:2
“Digo, pues, a los solteros a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo”
— 1 Corintios 7:8
“En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. Mas también si te casas, no pecas; si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, yo os la quisiera evitar”
— 1 Corintios 7:25-28
“Huye también de las pasiones juveniles, sigue la justicia, la fe, el amor la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
— 2 Timoteo 2:22
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, durmiere con ella, deberá dotarla tomarla por mujer. Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes”
— Éxodo 22:16-17
“La doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, llenó su cántaro, se volvía”
— Génesis 24:16
“Entonces él dijo: ¿Quién eres? ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano”
— Rut 3:9
“A más del olor de tus suaves ungüentosTu nombre es como ungüento derramadoPor eso las doncellas te aman”
— Cantares 1:3
“Tenemos una pequeña hermanaQue no tiene pechos¿Qué haremos a nuestra hermanaCuando de ella se hablare?Si ella es muroEdificaremos sobre él un palacio de plataSi fuere puertaLa guarneceremos con tablas de cedroYo soy muro, mis pechos como torresDesde que fui en sus ojos como la que halla paz”
— Cantares 8:8-10
“Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo”
— Isaías 62:5
“Anda clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada”
— Jeremías 2:2
“Aún te edificaré, serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, saldrás en alegres danzas”
— Jeremías 31:4
“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad misericordia. te desposaré conmigo en fidelidad, conocerás a Jehová”
— Oseas 2:19-20
“Llora tú como joven vestida de cilicio por el marido de su juventud”
— Joel 1:8
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. dará a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijoHe aquí, una virgen concebirá dará a luz un hijoY llamarás su nombre Emanuelque traducido es: Dios con nosotrosY despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; le puso por nombre JESÚS”
— Mateo 1:18-25
“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo, dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:4-6
“Pero al principio de la creación, varón hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Marcos 10:6-9
“A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María”
— Lucas 1:27
“Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, era viuda hacía ochenta cuatro años; no se apartaba del templo, sirviendo de noche de día con ayunos oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”
— Lucas 2:36-38
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; estaba allí la madre de Jesús. fueron también invitados a las bodas Jesús sus discípulos. faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, llevadlo al maestresala. se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, manifestó su gloria; sus discípulos creyeron en él”
— Juan 2:1-11
“Entonces los escribas los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; quedó solo Jesús, la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”
— Juan 8:3-11
“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío”
— Romanos 1:26-27
“Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías borracheras, no en lujurias lascivias, no en contiendas envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, no proveáis para los deseos de la carne”
— Romanos 13:13-14
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad honor”
— 1 Tesalonicenses 4:3-4
“Pero fornicación toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos”
— Efesios 5:3
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha”
— Efesios 5:25-27
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos avaricia, que es idolatría”
— Colosenses 3:5
“A las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza”
— 1 Timoteo 5:2
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza”
— 1 Timoteo 4:12
“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”
— Tito 2:3-5
“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”
— 1 Pedro 1:14-16
“Considerando vuestra conducta casta respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:2-4
“Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, son hijos de maldición”
— 2 Pedro 2:14
“Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios para el Cordero”
— Apocalipsis 14:4