“Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis”
— Mateo 16:2-3
“Mirad también las naves; aunque tan grandes, llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuegoY la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, contamina todo el cuerpo, inflama la rueda de la creación, ella misma es inflamada por el infierno”
— Santiago 3:4-6
“El oído que oye, el ojo que veAmbas cosas igualmente ha hecho Jehová”
— Proverbios 20:12
“¿Has conocido tú las diferencias de las nubesLas maravillas del Perfecto en sabiduría?”
— Job 37:16
“A su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, saca el viento de sus depósitos”
— Jeremías 10:13
“A su voz se producen tumultos de aguas en los cielos, hace subir las nubes de lo último de la tierra; él hace relámpagos con la lluvia, saca el viento de sus depósitos”
— Jeremías 51:16
“Hace subir las nubes de los extremos de la tierraHace los relámpagos para la lluviaSaca de sus depósitos los vientos”
— Salmos 135:7
“¿quién proclamará lo venidero, lo declarará, lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, lo que está por venir”
— Isaías 44:7
“También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; hice llover sobre una ciudad, sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, la parte sobre la cual no llovió, se secó”
— Amós 4:7
“El viento tira hacia el sur, rodea al norte; va girando de continuo, a sus giros vuelve el viento de nuevo”
— Eclesiastés 1:6
“Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará”
— Eclesiastés 11:3
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna en las estrellas, en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar de las olas”
— Lucas 21:25
“Mirad, velad orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. Es como el hombre que éndose lejos, dejó su casa, dio autoridad a sus siervos, a cada uno su obra, al portero mandó que velase. Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad”
— Marcos 13:33-37
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”
— Mateo 24:32-33
“Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; así sucede. cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo de la tierra; ¿cómo no distinguís este tiempo?”
— Lucas 12:54-56
“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer a beber. Elías subió a la cumbre del Carmelo, postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. dijo a su criado: Sube ahora, mira hacia el mar. él subió, miró, dijo: No hay nada. él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. él dijo: Ve, di a Acab: Unce tu carro desciende, para que la lluvia no te ataje. aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes viento, hubo una gran lluvia. subiendo Acab, vino a Jezreel”
— 1 Reyes 18:41-45
“Entonces Rizpa hija de Aja tomó una tela de cilicio la tendió para sí sobre el peñasco, desde el principio de la siega hasta que llovió sobre ellos agua del cielo; no dejó que ninguna ave del cielo se posase sobre ellos de día, ni fieras del campo de noche”
— 2 Samuel 21:10
“Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí la tierra”
— Génesis 9:13
“¿Quién repartió conducto al turbiónY camino a los relámpagos truenosHaciendo llover sobre la tierra deshabitadaSobre el desierto, donde no hay hombrePara saciar la tierra desierta incultaY para hacer brotar la tierna hierba?”
— Job 38:25-27
“Porque habló, hizo levantar un viento tempestuosoQue encrespa sus ondas”
— Salmos 107:25
“¿Quién subió al cielo, descendió?¿Quién encerró los vientos en sus puños?¿Quién ató las aguas en un paño?¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?¿Cuál es su nombre, el nombre de su hijo, si sabes?”
— Proverbios 30:4
“Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, os dará lluvia abundante, hierba verde en el campo a cada uno”
— Zacarías 10:1
“¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover? ¿darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, pues tú hiciste todas estas cosas”
— Jeremías 14:22
“Por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, por un profeta fue guardado”
— Oseas 12:13
“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”
— Amós 3:7
“Todo tiene su tiempo, todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
— Eclesiastés 3:1
“Como nubes vientos sin lluviaAsí es el hombre que se jacta de falsa liberalidad”
— Proverbios 25:14
“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana la tardía”
— Santiago 5:7
“Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos al mar; se hizo grande bonanza”
— Mateo 8:26
“Vinieron a él le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento a las olas; cesaron, se hizo bonanza”
— Lucas 8:24
“Porque habló, hizo levantar un viento tempestuosoQue encrespa sus ondas”
— Salmos 107:25
“¿Has entrado tú en los tesoros de la nieveO has visto los tesoros del granizo”
— Job 38:22
“Porque como desciende de los cielos la lluvia la nieve, no vuelve allá, sino que riega la tierra, la hace germinar producir, da semilla al que siembra, pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, será prosperada en aquello para que la envié”
— Isaías 55:10-11
“Así ha dicho Jehová: Si no permanece mi pacto con el día la noche, si yo no he puesto las leyes del cielo la tierra”
— Jeremías 33:25
“Miré, he aquí venía del norte un viento tempestuoso, una gran nube, con un fuego envolvente, alrededor de él un resplandor, en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente”
— Ezequiel 1:4
“Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante santo descendía del cielo”
— Daniel 4:13
“Miré cuando abrió el sexto sello, he aquí hubo un gran terremoto; el sol se puso negro como tela de cilicio, la luna se volvió toda como sangre; las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; todo monte toda isla se removió de su lugar”
— Apocalipsis 6:12-14
“Porque se levantará nación contra nación, reino contra reino; habrá pestes, hambres, terremotos en diferentes lugares”
— Mateo 24:7
“Habrá grandes terremotos, en diferentes lugares hambres pestilencias; habrá terror grandes señales del cielo”
— Lucas 21:11
“Porque se levantará nación contra nación, reino contra reino; habrá terremotos en muchos lugares, habrá hambres alborotos; principios de dolores son estos”
— Marcos 13:8
“Daré prodigios arriba en el cieloY señales abajo en la tierraSangre fuego vapor de humoEl sol se convertirá en tinieblasY la luna en sangreAntes que venga el día del SeñorGrande manifiesto”
— Hechos 2:19-20
“Daré prodigios en el cielo en la tierra, sangre, fuego, columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, la luna en sangre, antes que venga el día grande espantoso de Jehová”
— Joel 2:30-31
“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, la otra mitad hacia el mar occidental, en verano en invierno”
— Zacarías 14:8
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos, golpearon contra aquella casa; no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos, dieron con ímpetu contra aquella casa; cayó, fue grande su ruina”
— Mateo 7:24-27