“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”
— Levítico 11:45
“A los cielos a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida la muerte, la bendición la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú tu descendencia”
— Deuteronomio 30:19
“Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo mi casa serviremos a Jehová”
— Josué 24:15
“Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, él tenía la última. pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto”
— 1 Reyes 19:19
“Dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Eliseo dijo: Vive Jehová, vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el”
— 2 Reyes 2:2
“Deje el impío su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”
— Isaías 55:7
“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré uno de cada ciudad, dos de cada familia, os introduciré en Sion”
— Jeremías 3:14
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, viviréis”
— Ezequiel 18:32
“Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, volved a Jehová, decidle: Quita toda iniquidad, acepta el bien, te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios”
— Oseas 14:1-2
“Rasgad vuestro corazón, no vuestros vestidos, convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es clemente, tardo para la ira grande en misericordia, que se duele del castigo”
— Joel 2:13
“Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel”
— Amós 4:12
“Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza”
— Abdías 1:15
“Sino cúbranse de cilicio hombres animales, clamen a Dios fuertemente; conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos”
— Jonás 3:8
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios”
— Miqueas 6:8
“Jehová es tardo para la ira grande en poder, no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad el torbellino, las nubes son el polvo de sus pies”
— Nahúm 1:3
“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará”
— Habacuc 2:3
“Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos”
— Zacarías 1:3
“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, no las guardasteis. Volveos a mí, yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?”
— Malaquías 3:7
“Les dijo: Venid en pos de mí, os haré pescadores de hombres”
— Mateo 4:19
“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”
— Mateo 10:37
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Mateo 16:24
“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven sígueme”
— Mateo 19:21
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el primero grande mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:37-39
“Llamando a la gente a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Marcos 8:34
“Entonces Jesús, mirándole, le amó, le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven, sígueme, tomando tu cruz”
— Marcos 10:21
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos”
— Marcos 12:30-31
“Después de estas cosas salió, vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los tributos públicos, le dijo: Sígueme”
— Lucas 5:27
“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”
— Lucas 9:23
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:33
“El que ama su vida, la perderá; el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”
— Juan 12:25
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”
— Hechos 20:22-24
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”
— Romanos 12:1-2
“¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte”
— 1 Corintios 7:27
“Por lo cualSalid de en medio de ellos, apartaos, dice el SeñorY no toquéis lo inmundoY yo os recibiré”
— 2 Corintios 6:17
“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones deseos”
— Gálatas 5:24
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia santidad de la verdad”
— Efesios 4:22-24
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
— Filipenses 3:13-14
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”
— Colosenses 3:8-10
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad honor”
— 1 Tesalonicenses 4:3-4
“Huye también de las pasiones juveniles, sigue la justicia, la fe, el amor la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
— 2 Timoteo 2:22
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; salió sin saber a dónde iba”
— Hebreos 11:8
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
— 2 Pedro 3:9
“He aquí, yo estoy a la puerta llamo; si alguno oye mi voz abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, él conmigo”
— Apocalipsis 3:20