62 Versículos bíblicos sobre la oración sin respuesta

“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”

— Salmos 66:18

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”

— Santiago 4:3

“L que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable”

— Proverbios 28:9

“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”

— Isaías 59:2

“Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí”

— Jeremías 11:14

“Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye”

— Juan 9:31

“Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”

— 1 Juan 5:14

“Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias”

— Salmos 34:17

“Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal”

— 1 Pedro 3:12

“Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis, También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán”

— Proverbios 1:24-28

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Mateo 7:7

“Yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Lucas 11:9

“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”

— Salmos 66:18

“Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos”

— Isaías 1:15

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”

— Jeremías 33:3

“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”

— Marcos 11:24

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”

— Hebreos 11:6

“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”

— Salmos 37:4

“Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

— 2 Corintios 12:8-9

“Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó”

— Salmos 18:41

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”

— Santiago 5:16

“Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”

— Mateo 21:22

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”

— Juan 15:7

“De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”

— Romanos 8:26

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”

— 2 Crónicas 7:14

“Aconteció que así como él clamó, y no escucharon, también ellos clamaron, y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos”

— Zacarías 7:13

“Ntonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”

— Jeremías 29:12-13

“L deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído”

— Salmos 10:17

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”

— Efesios 6:18

“Orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”

— Mateo 6:7-8

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar”

— Lucas 18:1

“Orad sin cesar”

— 1 Tesalonicenses 5:17

“Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos”

— Proverbios 15:29

“Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras”

— Salmos 145:18

“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”

— 2 Timoteo 2:13

“Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame”

— Salmos 69:13

“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”

— Romanos 12:12

“Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño”

— Salmos 17:1

“Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí”

— 1 Samuel 1:27

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”

— Colosenses 4:2

“Ncomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”

— Salmos 37:5

“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”

— Santiago 1:6

“N el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes”

— Salmos 86:7

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

— Mateo 6:33

“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”

— Juan 16:24

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”

— Filipenses 4:6

“Chando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”

— 1 Pedro 5:7

“Invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás”

— Salmos 50:15

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”

— Jeremías 29:11

“Vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré”

— Zacarías 8:21

“Speré yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado”

— Salmos 130:5

“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

— Romanos 8:28

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:16

“Cha sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo”

— Salmos 55:22

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”

— 1 Corintios 10:13

“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”

— Mateo 7:8

“Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré”

— Salmos 91:15

“Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”

— Santiago 1:5

“Habrá considerado la oración de los desvalidos, Y no habrá desechado el ruego de ellos”

— Salmos 102:17

“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”

— 2 Corintios 1:9

“Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”

— Isaías 65:24

“Ntonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas”

— Salmos 107:28-29