52 Versículos bíblicos sobre la mujer divorciada

Versículos bíblicos sobre la mujer divorciada

“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa”

— Deuteronomio 24:1

“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”

— Malaquías 2:16

“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”

— Mateo 5:32

“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo, dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”

— Mateo 19:3-9

“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella; si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”

— Marcos 10:11-12

“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”

— Lucas 16:18

“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”

— Romanos 7:2-3

“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”

— 1 Corintios 7:10-11

“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”

— 1 Corintios 7:15

“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”

— 1 Corintios 7:39

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”

— Efesios 5:22-33

“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”

— 1 Timoteo 3:2

“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”

— Tito 1:6

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero”

— Éxodo 21:10-11

“Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios”

— Levítico 21:7

“No tomará viuda, ni repudiada, ni infame, ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer”

— Levítico 21:14

“Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme”

— Números 30:9

“Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”

— Isaías 54:5

“Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella fornicó”

— Jeremías 3:8

“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré uno de cada ciudad, dos de cada familia, os introduciré en Sion”

— Jeremías 3:14

“No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová”

— Jeremías 31:32

“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad misericordia. te desposaré conmigo en fidelidad, conocerás a Jehová”

— Oseas 2:19-20

“Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; Jehová escuchó oyó, fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, para los que piensan en su nombre”

— Malaquías 3:16

“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, no quería infamarla, quiso dejarla secretamente”

— Mateo 1:18-19

“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”

— Mateo 22:30

“Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos”

— Marcos 12:25

“Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, era viuda hacía ochenta cuatro años; no se apartaba del templo, sirviendo de noche de día con ayunos oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”

— Lucas 2:36-38

“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”

— Lucas 20:34-36

“Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, ven acá. Respondió la mujer dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad”

— Juan 4:16-18

“Entonces los escribas los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; quedó solo Jesús, la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”

— Juan 8:3-11

“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”

— Romanos 7:2

“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”

— Romanos 7:3

“¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él”

— 1 Corintios 6:16-17

“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, cada una tenga su propio marido”

— 1 Corintios 7:2

“Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido”

— 1 Timoteo 5:9

“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”

— Tito 2:3-5

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”

— Apocalipsis 21:2

“Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero”

— Apocalipsis 21:9

“No temas, pues no serás confundida; no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria”

— Isaías 54:4

“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré uno de cada ciudad, dos de cada familia, os introduciré en Sion”

— Jeremías 3:14

“Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, estableceré contigo un pacto sempiterno”

— Ezequiel 16:60

“Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, aman tortas de pasas”

— Oseas 3:1

“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, de estar en pie delante del Hijo del Hombre”

— Lucas 21:36

“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”

— 2 Corintios 11:2

“Porque está escritoRegocíjate, oh estéril, tú que no das a luzProrrumpe en júbilo clama, tú que no tienes dolores de partoPorque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido”

— Gálatas 4:27

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella”

— Efesios 5:25

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”

— Colosenses 3:18

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

— 1 Pedro 3:7

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”

— 1 Juan 4:18