50 Versículos bíblicos sobre la carne

Versículos bíblicos sobre la carne

“Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”

— Romanos 8:8

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, no satisfagáis los deseos de la carne”

— Gálatas 5:16

“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, el del Espíritu es contra la carne; estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”

— Gálatas 5:17

“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos avaricia, que es idolatría”

— Colosenses 3:5

“Sino que golpeo mi cuerpo, lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”

— 1 Corintios 9:27

“Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”

— Gálatas 6:8

“Sino vestíos del Señor Jesucristo, no proveáis para los deseos de la carne”

— Romanos 13:14

“Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne de los pensamientos, éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”

— Efesios 2:3

“Amados, yo os ruego como a extranjeros peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”

— 1 Pedro 2:11

“Velad orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”

— Mateo 26:41

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne”

— 2 Corintios 10:3

“Yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo”

— Romanos 7:18

“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones deseos”

— Gálatas 5:24

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”

— 1 Juan 2:16

“Enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente”

— Tito 2:12

“¿De dónde vienen las guerras los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”

— Santiago 4:1

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”

— 1 Corintios 6:19-20

“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo”

— Colosenses 2:11

“Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, de la venidera”

— 1 Timoteo 4:8

“Huye también de las pasiones juveniles, sigue la justicia, la fe, el amor la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”

— 2 Timoteo 2:22

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”

— Efesios 4:22

“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”

— 1 Pedro 4:1-2

“A otros salvad, arrebatándolos del fuego; de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”

— Judas 1:23

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

— 2 Corintios 5:17

“Hijitos, vosotros sois de Dios, los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”

— 1 Juan 4:4

“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”

— Romanos 6:6

“Porque no tenemos lucha contra sangre carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”

— Efesios 6:12

“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”

— 2 Timoteo 3:2-4

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia”

— 1 Pedro 1:14

“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”

— 1 Tesalonicenses 4:3

“Pero esto digo, hermanos: que la carne la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”

— 1 Corintios 15:50

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”

— 2 Corintios 5:21

“Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación lazo, en muchas codicias necias dañosas, que hunden a los hombres en destrucción perdición”

— 1 Timoteo 6:9

“Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias deleites diversos, viviendo en malicia envidia, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros”

— Tito 3:3

“Mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia inmundicia, desprecian el señoríoAtrevidos contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores”

— 2 Pedro 2:10

“Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”

— Santiago 1:14-15

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”

— 1 Juan 2:16

“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho”

— Judas 1:16

“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”

— Apocalipsis 21:8

“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias”

— Mateo 15:18-19

“Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, contaminan al hombre”

— Marcos 7:20-23

“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”

— Lucas 9:23

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”

— Romanos 12:1

“El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal”

— Filipenses 3:19

“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”

— Colosenses 3:9-10

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”

— Efesios 4:22

“Pero esto digo, hermanos: que la carne la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción”

— 1 Corintios 15:50

“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”

— 2 Corintios 7:1

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”

— Gálatas 2:20

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”

— 1 Pedro 3:21