“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”
— Levítico 11:45
“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”
— 1 Pedro 1:15-16
“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”
— Hebreos 12:14
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”
— 2 Corintios 7:1
“Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”
— 1 Tesalonicenses 4:7
“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”
— Hebreos 12:14
“Desecha las fábulas profanas de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, de la venidera”
— 1 Timoteo 4:7-8
“Quien nos salvó llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”
— 2 Timoteo 1:9
“Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia”
— Romanos 6:19
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”
— Tito 2:11-14
“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”
— 1 Pedro 1:16
“Por lo cualSalid de en medio de ellos, apartaos, dice el SeñorY no toquéis lo inmundoY yo os recibiréseré para vosotros por PadreY vosotros me seréis hijos hijas, dice el Señor Todopoderoso”
— 2 Corintios 6:17-18
“Acercaos a Dios, él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
— Santiago 4:8
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
— 1 Pedro 3:15
“Vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia santidad de la verdad”
— Efesios 4:24
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”
— Colosenses 3:12
“Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”
— 1 Juan 3:3
“Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, dispuesto para toda buena obra”
— 2 Timoteo 2:21
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”
— 1 Pedro 2:9
“El que es injusto, sea injusto todavía; el que es inmundo, sea inmundo todavía; el que es justo, practique la justicia todavía; el que es santo, santifíquese todavía”
— Apocalipsis 22:11
“El mismo Dios de paz os santifique por completo; todo vuestro ser, espíritu, alma cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”
— 1 Tesalonicenses 5:23
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”
— 2 Corintios 7:1
“El Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén”
— Hebreos 13:20-21
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”
— 1 Pedro 4:1-2
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”
— Romanos 12:1-2
“Palabra fiel es esta, en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas útiles a los hombres”
— Tito 3:8
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
— Filipenses 3:12-14
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”
— 1 Juan 2:6
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”
— 1 Corintios 6:19-20
“Huye también de las pasiones juveniles, sigue la justicia, la fe, el amor la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
— 2 Timoteo 2:22
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca establezca”
— 1 Pedro 5:10
“Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”
— 1 Tesalonicenses 3:13
“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”
— Santiago 1:27
“Amados, yo os ruego como a extranjeros peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”
— 1 Pedro 2:11
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa piadosa manera de vivir”
— 2 Pedro 3:11
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha”
— Efesios 5:25-27
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”
— 1 Pedro 3:21
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”
— Juan 17:17
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”
— Mateo 5:8
“Velad debidamente, no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo”
— 1 Corintios 15:34
“También todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”
— 2 Timoteo 3:12
“Ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados”
— 1 Juan 2:28
“A aquel que es poderoso para guardaros sin caída, presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”
— Judas 1:24
“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
— 2 Timoteo 4:8
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”
— 1 Tesalonicenses 4:3
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”
— 2 Corintios 13:14