47 Versículos bíblicos sobre la boda

Versículos bíblicos sobre la boda

“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”

— Génesis 2:24

“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Mateo 19:6

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”

— Efesios 5:22-33

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”

— Colosenses 3:18-19

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”

— Proverbios 18:22

“Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazoPorque fuerte es como la muerte el amorDuros como el Seol los celosSus brasas, brasas de fuego, fuerte llamaLas muchas aguas no podrán apagar el amorNi lo ahogarán los ríosSi diese el hombre todos los bienes de su casa por este amorDe cierto lo menospreciarían”

— Cantares 8:6-7

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

— 1 Corintios 13:4-7

“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”

— Malaquías 2:14-16

“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Marcos 10:9

“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; cordón de tres dobleces no se rompe pronto”

— Eclesiastés 4:9-12

“Booz, pues, tomó a Rut, ella fue su mujer; se llegó a ella, Jehová le dio que concibiese diese a luz un hijo”

— Rut 4:13

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”

— 1 Juan 4:18

“Deseará el rey tu hermosuraE inclínate a él, porque él es tu señor”

— Salmos 45:11

“Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo”

— Isaías 62:5

“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; estaba allí la madre de Jesús. fueron también invitados a las bodas Jesús sus discípulos. faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, llevadlo al maestresala. se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, manifestó su gloria; sus discípulos creyeron en él”

— Juan 2:1-11

“Gocémonos alegrémonos démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa se ha preparado”

— Apocalipsis 19:7

“Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos”

— Tito 2:4

“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”

— 1 Pedro 4:8

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el primero grande mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

— Mateo 22:37-39

“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”

— Lucas 20:34-36

“Mi amado es mío, yo suyaÉl apacienta entre lirios”

— Cantares 2:16

“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”

— 1 Corintios 7:3-4

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza”

— 1 Timoteo 4:12

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿qué comunión la luz con las tinieblas?”

— 2 Corintios 6:14

“He aquí, herencia de Jehová son los hijosCosa de estima el fruto del vientreComo saetas en mano del valienteAsí son los hijos habidos en la juventudBienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellosNo será avergonzadoCuando hablare con los enemigos en la puerta”

— Salmos 127:3-5

“Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”

— Eclesiastés 9:9

“La trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, tomó a Rebeca por mujer, la amó; se consoló Isaac después de la muerte de su madre”

— Génesis 24:67

“Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó”

— Deuteronomio 24:5

“Toda buena dádiva todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”

— Santiago 1:17

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosasEl corazón de su marido está en ella confiadoY no carecerá de gananciasLe da ella bien no malTodos los días de su vida”

— Proverbios 31:10-12

“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casaTus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”

— Salmos 128:3

“Casaos, engendrad hijos hijas; dad mujeres a vuestros hijos, dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos hijas; multiplicaos ahí, no os disminuyáis”

— Jeremías 29:6

“Procura venir pronto a verme”

— 2 Timoteo 4:9

“Socorrió a Israel su siervoAcordándose de la misericordiaDe la cual habló a nuestros padresPara con Abraham su descendencia para siempre”

— Lucas 1:54-55

“Sea bendito tu manantialY alégrate con la mujer de tu juventudComo cierva amada graciosa gacelaSus caricias te satisfagan en todo tiempoY en su amor recréate siempre”

— Proverbios 5:18-19

“Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”

— Isaías 54:5

“Digo, pues, a los solteros a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando”

— 1 Corintios 7:8-9

“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”

— Mateo 5:32

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”

— Romanos 12:10

“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad honor”

— 1 Tesalonicenses 4:3-4

“Prendiste mi corazón, hermana, esposa míaHas apresado mi corazón con uno de tus ojosCon una gargantilla de tu cuello”

— Cantares 4:9

“Todas vuestras cosas sean hechas con amor”

— 1 Corintios 16:14

“Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”

— Colosenses 3:14

“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras”

— Hebreos 10:24

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

— 1 Pedro 3:7

“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”

— Tito 1:6