“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”
— Levítico 11:45
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Engañosa es la gracia, vana la hermosuraLa mujer que teme a Jehová, esa será alabada”
— Proverbios 31:30
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:3-4
“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”
— 1 Timoteo 2:9
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos de toda inmundicia”
— Mateo 23:27
“No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias no en el corazón”
— 2 Corintios 5:12
“No defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”
— Tito 2:10
“Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”
— 1 Pedro 3:16
“Por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”
— Mateo 6:28-29
“Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdoEs la mujer hermosa apartada de razón”
— Proverbios 11:22
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor no para los hombres”
— Colosenses 3:23
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”
— 1 Corintios 10:31
“Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, andan con cuello erguido con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, haciendo son con los pies”
— Isaías 3:16
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos”
— 1 Pedro 3:3
“Engañosa es la gracia, vana la hermosuraLa mujer que teme a Jehová, esa será alabada”
— Proverbios 31:30
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”
— Gálatas 1:10
“Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos”
— Lucas 12:27
“Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, de la venidera”
— 1 Timoteo 4:8
“Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”
— 1 Pedro 2:12
“Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, vestiduras blancas para vestirte, que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; unge tus ojos con colirio, para que veas”
— Apocalipsis 3:18
“Los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa”
— 1 Corintios 7:31
“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”
— 2 Timoteo 2:4
“Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro con ropa espléndida, también entra un pobre con vestido andrajoso, miráis con agrado al que trae la ropa espléndida le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos?”
— Santiago 2:2-4
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, el cuerpo más que el vestido?”
— Mateo 6:25
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”
— 1 Pedro 3:8
“Así fuiste adornada de oro de plata, tu vestido era de lino fino, seda bordado; comiste flor de harina de trigo, miel aceite; fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar”
— Ezequiel 16:13
“Antes del quebrantamiento es la soberbiaY antes de la caída la altivez de espíritu”
— Proverbios 16:18
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”
— 1 Juan 2:16
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”
— Romanos 12:2
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento abrigo, estemos contentos con esto”
— 1 Timoteo 6:6-8
“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”
— 2 Corintios 4:18
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
— Filipenses 4:8
“Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne”
— Colosenses 2:23
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
— 1 Pedro 3:8-9
“Dichosos los que guardan juicioLos que hacen justicia en todo tiempo”
— Salmos 106:3
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el primero grande mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:36-39
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”
— Tito 2:7
“Los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa”
— 1 Corintios 7:31
“Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, se va, luego olvida cómo era”
— Santiago 1:23-24
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”
— 2 Corintios 3:18
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. el mundo pasa, sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
— 1 Juan 2:15-17
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios”
— 1 Pedro 4:1-2
“Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación”
— Lucas 16:15