52 Versículos bíblicos sobre hablar con Dios

“Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras”

— Salmos 145:18

“Ntonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré”

— Jeremías 29:12

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Mateo 7:7

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”

— Filipenses 4:6

“Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”

— Juan 14:13

“Orad sin cesar”

— 1 Tesalonicenses 5:17

“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”

— Santiago 4:8

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:16

“Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica”

— Salmos 66:19

“Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”

— 1 Juan 5:14

“De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”

— Romanos 8:26

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias”

— Colosenses 4:2

“Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias”

— Salmos 34:17

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”

— Isaías 55:6

“Yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Lucas 11:9

“Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras”

— Salmos 145:18

“L que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús”

— Apocalipsis 22:20

“Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras”

— Salmos 145:18

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”

— Efesios 6:18

“L sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo”

— Proverbios 15:8

“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”

— 2 Crónicas 7:14

“Invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás”

— Salmos 50:15

“Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella”

— 1 Samuel 1:12

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”

— Mateo 6:6

“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”

— Salmos 5:3

“Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré”

— Salmos 91:15

“Meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”

— Zacarías 13:9

“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día”

— 2 Timoteo 1:3

“O te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra”

— Salmos 17:6

“N el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes”

— Salmos 86:7

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”

— Jeremías 33:3

“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”

— Hechos 16:25

“N cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz”

— Salmos 55:16-17

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”

— Santiago 5:16

“Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Selah”

— Salmos 3:4

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”

— Mateo 26:41

“Sperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah”

— Salmos 62:8

“Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra”

— Salmos 119:147

“Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo”

— 2 Crónicas 30:27

“Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”

— Isaías 65:24

“Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte”

— Salmos 13:3

“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”

— Juan 16:24

“Cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos”

— Apocalipsis 5:8

“Habrá considerado la oración de los desvalidos, Y no habrá desechado el ruego de ellos”

— Salmos 102:17

“Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”

— Isaías 65:24

“Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá”

— Miqueas 7:7

“Ntonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas”

— Salmos 107:28-29

“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”

— Marcos 11:24

“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré”

— Salmos 91:2

“N mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos”

— Salmos 18:6

“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”

— Hebreos 10:19-22

“Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos”

— Salmos 28:6