54 Versículos bíblicos sobre el tacto

Versículos bíblicos sobre el tacto

“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”

— Levítico 11:45

“Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano le tocó, le dijo: Quiero, sé limpio”

— Marcos 1:41

“Jesús extendió la mano le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. al instante su lepra desapareció”

— Mateo 8:3

“Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. al instante la lepra se fue de él”

— Lucas 5:13

“Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho”

— Mateo 9:29

“Tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, escupiendo, tocó su lengua”

— Marcos 7:33

“Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? negando todos, dijo Pedro los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta oprime, dices: ¿Quién es el que me ha tocado?”

— Lucas 8:45

“Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, untó con el lodo los ojos del ciego”

— Juan 9:6

“Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”

— Mateo 14:31

“Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. tocando su oreja, le sanó”

— Lucas 22:51

“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, mira mis manos; acerca tu mano, métela en mi costado; no seas incrédulo, sino creyente”

— Juan 20:27

“He aquí vino un leproso se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme”

— Mateo 8:2

“Vino a él un leproso, rogándole; hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme”

— Marcos 1:40

“Acercándose, tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron. dijo: Joven, a ti te digo, levántate”

— Lucas 7:14

“Le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; todos los que lo tocaron, quedaron sanos”

— Mateo 14:36

“Dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; todos los que le tocaban quedaban sanos”

— Marcos 6:56

“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”

— Lucas 4:40

“Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”

— Juan 7:39

“Entonces Jesús se acercó los tocó, dijo: Levantaos, no temáis”

— Mateo 17:7

“Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; se levantó”

— Marcos 9:27

“Toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él sanaba a todos”

— Lucas 6:19

“Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él le rogó que descendiese sanase a su hijo, que estaba a punto de morir”

— Juan 4:47

“Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, trajeron a él todos los enfermos”

— Mateo 14:35

“Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él”

— Marcos 3:10

“Se le acercó por detrás tocó el borde de su manto; al instante se detuvo el flujo de su sangre”

— Lucas 8:44

“Jesús entonces, al verla llorando, a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu se conmovió”

— Juan 11:33

“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”

— Mateo 8:16

“Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”

— Marcos 1:34

“Toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él sanaba a todos”

— Lucas 6:19

“Le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos”

— Juan 6:2

“Le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; todos los que lo tocaron, quedaron sanos”

— Mateo 14:36

“Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, tocó su manto”

— Marcos 5:27

“Se le acercó por detrás tocó el borde de su manto; al instante se detuvo el flujo de su sangre”

— Lucas 8:44

“Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, untó con el lodo los ojos del ciego”

— Juan 9:6

“Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. él la extendió, le fue restaurada sana como la otra”

— Mateo 12:13

“Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, le preguntó si veía algo”

— Marcos 8:23

“Uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja derecha”

— Lucas 22:50

“Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, diles: Subo a mi Padre a vuestro Padre, a mi Dios a vuestro Dios”

— Juan 20:17

“Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, tuvieron gran temor”

— Mateo 17:6

“Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él”

— Marcos 3:10

“Toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él sanaba a todos”

— Lucas 6:19

“Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, me lavé, veo”

— Juan 9:15

“Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame”

— Mateo 14:30

“Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, le preguntó si veía algo”

— Marcos 8:23

“Acercándose, tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron. dijo: Joven, a ti te digo, levántate”

— Lucas 7:14

“Respondió él dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, me dijo: Ve al Siloé, lávate; fui, me lavé, recibí la vista”

— Juan 9:11

“Tocó su mano, la fiebre la dejó; ella se levantó, les servía”

— Mateo 8:15

“Vino a él un leproso, rogándole; hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme”

— Marcos 1:40

“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”

— Lucas 4:40

“Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, tenía una piedra puesta encima”

— Juan 11:38

“Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, tomó de la mano a la niña, ella se levantó”

— Mateo 9:25

“Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, tocó su manto”

— Marcos 5:27

“Entonces su espíritu volvió, inmediatamente se levantó; él mandó que se le diese de comer”

— Lucas 8:55

“Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, diles: Subo a mi Padre a vuestro Padre, a mi Dios a vuestro Dios”

— Juan 20:17