62 Versículos bíblicos sobre el respeto a las mujeres

Versículos bíblicos sobre el respeto a las mujeres

“Delante de las canas te levantarás, honrarás el rostro del anciano, de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová”

— Levítico 19:32

“Fuerza honor son su vestiduraY se ríde lo por venir”

— Proverbios 31:25

“Abre su boca con sabiduríaY la ley de clemencia está en su lengua”

— Proverbios 31:26

“Engañosa es la gracia, vana la hermosuraLa mujer que teme a Jehová, esa será alabada”

— Proverbios 31:30

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti”

— Isaías 49:15

“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, en Jerusalén tomaréis consuelo”

— Isaías 66:13

“Entonces María dijoEngrandece mi alma al SeñorY mi espíritu se regocija en Dios mi SalvadorPorque ha mirado la bajeza de su siervaPues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones”

— Lucas 1:46-48

“Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades aldeas, predicando anunciando el evangelio del reino de Dios, los doce con él, algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, Susana, otras muchas que le servían de sus bienes”

— Lucas 8:1-3

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”

— Lucas 10:38-42

“Cuando Jesús la vio, la llamó le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad”

— Lucas 13:12

“Vino una mujer de Samaria a sacar agua; Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos samaritanos no se tratan entre sí”

— Juan 4:7-9

“Jesús se fue al monte de los Olivos. por la mañana volvió al templo, todo el pueblo vino a él; sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; quedó solo Jesús, la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”

— Juan 8:1-11

“Cuando vio Jesús a su madre, al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”

— Juan 19:26-27

“Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras en limosnas que hacía”

— Hechos 9:36

“Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía”

— Hechos 16:14

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”

— Romanos 12:10

“Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, a mí mismo”

— Romanos 16:1-2

“Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”

— 1 Corintios 11:11

“Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a estos vestimos más dignamente; los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro”

— 1 Corintios 12:22-23

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

— 1 Corintios 13:4-7

“Si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación”

— 1 Corintios 14:35

“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”

— Gálatas 3:28

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”

— Gálatas 5:22-23

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella”

— Efesios 5:25

“Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”

— Efesios 5:33

“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”

— Filipenses 2:3

“Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”

— Colosenses 3:19

“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”

— Colosenses 4:6

“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”

— 1 Timoteo 2:9-10

“A las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza”

— 1 Timoteo 5:2

“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”

— Tito 2:3-5

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro con ropa espléndida, también entra un pobre con vestido andrajoso, miráis con agrado al que trae la ropa espléndida le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos? Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, quedáis convictos por la ley como transgresores”

— Santiago 2:1-9

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

— 1 Pedro 3:7

“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”

— 1 Pedro 4:8

“Este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que éis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio”

— 2 Juan 1:6

“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, sobre su cabeza una corona de doce estrellas”

— Apocalipsis 12:1

“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”

— Apocalipsis 21:2

“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”

— Apocalipsis 22:17

“La mujer agraciada tendrá honraY los fuertes tendrán riquezas”

— Proverbios 11:16

“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”

— Proverbios 18:22

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”

— Proverbios 31:10

“Mejor es la buena fama que el buen ungüento; mejor el día de la muerte que el día del nacimiento”

— Eclesiastés 7:1

“Toda tú eres hermosa, amiga míaY en ti no hay mancha”

— Cantares 4:7

“Tenemos una pequeña hermanaQue no tiene pechos¿Qué haremos a nuestra hermanaCuando de ella se hablare?Si ella es muroEdificaremos sobre él un palacio de plataSi fuere puertaLa guarneceremos con tablas de cedroYo soy muro, mis pechos como torresDesde que fui en sus ojos como la que halla paz”

— Cantares 8:8-10

“Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa”

— Rut 3:11

“Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú la casa de tu padre pereceréis. ¿quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”

— Ester 4:14

“Cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces vino Ester tocó la punta del cetro”

— Ester 5:2

“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”

— Deuteronomio 22:5

“Honra a tu padre a tu madre; , Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

— Mateo 19:19

“Pero al principio de la creación, varón hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Marcos 10:6-9

“Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, los enjugaba con sus cabellos; besaba sus pies, los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. él le dijo: Di, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta; no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. él le dijo: Rectamente has juzgado. vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también perdona pecados? Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz”

— Lucas 7:36-50

“Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”

— Lucas 21:1-4

“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; estaba allí la madre de Jesús. fueron también invitados a las bodas Jesús sus discípulos. faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, llevadlo al maestresala. se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, manifestó su gloria; sus discípulos creyeron en él”

— Juan 2:1-11

“Jesús entonces, al verla llorando, a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu se conmovió, dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba”

— Juan 11:33-36

“En los postreros días, dice DiosDerramaré de mi Espíritu sobre toda carneY vuestros hijos vuestras hijas profetizaránVuestros jóvenes verán visionesY vuestros ancianos soñarán sueños”

— Hechos 2:17

“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme hace justicia”

— Hechos 10:34-35

“Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

— Gálatas 5:14

“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”

— Santiago 1:27

“Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”

— 1 Timoteo 5:10

“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho en verdad”

— 1 Juan 3:18

“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios tienen el testimonio de Jesucristo”

— Apocalipsis 12:17