“Diciendo: El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, creed en el evangelio”
— Marcos 1:15
“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”
— Mateo 6:33
“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”
— Lucas 17:20-21
“Respondió Jesús le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
— Juan 3:3
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
— Mateo 5:3
“Volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? Es semejante a la levadura, que una mujer tomó escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado”
— Lucas 13:20-21
“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz gozo en el Espíritu Santo”
— Romanos 14:17
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”
— Mateo 19:14
“Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”
— Lucas 18:16
“Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí”
— Juan 18:36
“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, lo esconde de nuevo; gozoso por ello va vende todo lo que tiene, compra aquel campo”
— Mateo 13:44
“Porque vendrán del oriente del occidente, del norte del sur, se sentarán a la mesa en el reino de Dios”
— Lucas 13:29
“Viéndolo Jesús, se indignó, les dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”
— Marcos 10:14
“Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”
— Lucas 4:43
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. si me fuere os preparare lugar, vendré otra vez, os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”
— Juan 14:2-3
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”
— Mateo 25:34
“Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis bebáis a mi mesa en mi reino, os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel”
— Lucas 22:29-30
“El séptimo ángel tocó la trompeta, hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor de su Cristo; él reinará por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 11:15
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”
— Mateo 6:10
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”
— Lucas 12:32
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”
— Mateo 7:21
“Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí”
— Juan 18:36
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, trasladado al reino de su amado Hijo”
— Colosenses 1:13
“Vi un cielo nuevo una tierra nueva; porque el primer cielo la primera tierra pasaron, el mar ya no existía más. yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, él morará con ellos; ellos serán su pueblo, Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:1-4
“De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, así enseña los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga los enseñeste será llamado grande en el reino de los cielos”
— Mateo 5:19
“Sanad a los enfermos que en ella haya, decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”
— Lucas 10:9
“A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días hablándoles acerca del reino de Dios”
— Hechos 1:3
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra. Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
— Mateo 28:18-20
“Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí”
— Lucas 22:29
“Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”
— Juan 17:20-21
“El Señor me librará de toda obra mala, me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”
— 2 Timoteo 4:18
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor reverencia”
— Hebreos 12:28
“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. no habrá más maldición; el trono de Dios del Cordero estará en ella, sus siervos le servirán”
— Apocalipsis 22:1-3
“Respondió Jesús dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, tierras, con persecuciones; en el siglo venidero la vida eterna”
— Marcos 10:29-30
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”
— Lucas 24:49
“Predicando el reino de Dios enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente sin impedimento”
— Hechos 28:31
“Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin”
— Mateo 24:14
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
— Juan 8:36
“Si hijos, también herederos; herederos de Dios coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”
— Romanos 8:17
“El que venciere heredará todas las cosas, yo seré su Dios, él será mi hijo”
— Apocalipsis 21:7
“A ti te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”
— Mateo 16:19
“Sanad a los enfermos que en ella haya, decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”
— Lucas 10:9
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; aun mayores hará, porque yo voy al Padre”
— Juan 14:12
“Predicando el reino de Dios enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente sin impedimento”
— Hechos 28:31
“Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”
— 1 Corintios 4:20