48 Versículos bíblicos sobre el matrimonio y el divorcio

Versículos bíblicos sobre el matrimonio y el divorcio

“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”

— Génesis 2:24

“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Mateo 19:6

“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Marcos 10:9

“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne”

— Efesios 5:31

“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”

— Malaquías 2:16

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”

— Romanos 7:2-3

“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”

— 1 Corintios 7:10-11

“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”

— Mateo 5:32

“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”

— Lucas 16:18

“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa”

— Deuteronomio 24:1

“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”

— 1 Corintios 7:39

“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”

— 1 Timoteo 3:2

“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”

— Tito 1:6

“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”

— Proverbios 18:22

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”

— Colosenses 3:18

“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”

— 1 Pedro 3:1

“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”

— Mateo 19:9

“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella; si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”

— Marcos 10:11-12

“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”

— Lucas 16:18

“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; estaba allí la madre de Jesús. fueron también invitados a las bodas Jesús sus discípulos. faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, llevadlo al maestresala. se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, manifestó su gloria; sus discípulos creyeron en él”

— Juan 2:1-11

“Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazoPorque fuerte es como la muerte el amorDuros como el Seol los celosSus brasas, brasas de fuego, fuerte llamaLas muchas aguas no podrán apagar el amorNi lo ahogarán los ríosSi diese el hombre todos los bienes de su casa por este amorDe cierto lo menospreciarían”

— Cantares 8:6-7

“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; cordón de tres dobleces no se rompe pronto”

— Eclesiastés 4:9-12

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

— 1 Corintios 13:4-7

“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”

— 1 Pedro 4:8

“He aquí, herencia de Jehová son los hijosCosa de estima el fruto del vientre”

— Salmos 127:3

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”

— Proverbios 31:10

“Booz, pues, tomó a Rut, ella fue su mujer; se llegó a ella, Jehová le dio que concibiese diese a luz un hijo”

— Rut 4:13

“La trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, tomó a Rebeca por mujer, la amó; se consoló Isaac después de la muerte de su madre”

— Génesis 24:67

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”

— Mateo 22:30

“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”

— Lucas 20:34-36

“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”

— 1 Corintios 7:15

“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”

— 1 Corintios 7:39

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿qué comunión la luz con las tinieblas?”

— 2 Corintios 6:14

“Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”

— Isaías 54:5

“Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella fornicó”

— Jeremías 3:8

“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad misericordia. te desposaré conmigo en fidelidad, conocerás a Jehová”

— Oseas 2:19-20

“Gocémonos alegrémonos démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa se ha preparado”

— Apocalipsis 19:7

“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”

— Apocalipsis 21:2

“No cometerás adulterio”

— Éxodo 20:14

“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero la adúltera indefectiblemente serán muertos”

— Levítico 20:10

“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”

— Mateo 5:32

“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella”

— Marcos 10:11

“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”

— Lucas 16:18

“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”

— 1 Corintios 7:15

“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”

— Malaquías 2:14-16

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”

— Efesios 5:22-33