“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”
— Mateo 22:30
“Mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”
— Lucas 20:35-36
“Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos”
— Marcos 12:25
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“No habrá más maldición; el trono de Dios del Cordero estará en ella, sus siervos le servirán, verán su rostro, su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; reinarán por los siglos de los siglos”
— Apocalipsis 22:3-5
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. si me fuere os preparare lugar, vendré otra vez, os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”
— Juan 14:2-3
“Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, hay cuerpo espiritual”
— 1 Corintios 15:42-44
“Pero esto digo, hermanos: que la carne la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupciónHe aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, los muertos serán resucitados incorruptibles, nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, esto mortal se vista de inmortalidad. cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria”
— 1 Corintios 15:50-54
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”
— Filipenses 3:20-21
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”
— Colosenses 3:1-4
“Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es estaSi somos muertos con él, también viviremos con élSi sufrimos, también reinaremos con élSi le negáremos, él también nos negaráSi fuéremos infieles, él permanece fielÉl no puede negarse a sí mismo”
— 2 Timoteo 2:10-13
“En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”
— Tito 1:2
“Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”
— Hebreos 11:16
“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos”
— Hebreos 12:22-23
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor”
— 1 Tesalonicenses 4:16-17
“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
— 1 Pedro 1:4
“¿quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal”
— 1 Pedro 3:13-17
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos tierra nueva, en los cuales mora la justicia”
— 2 Pedro 3:13
“Después de esto miré, he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones tribus pueblos lenguas, que estaban delante del trono en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en las manos”
— Apocalipsis 7:9
“Nos has hecho para nuestro Dios reyes sacerdotes, reinaremos sobre la tierra”
— Apocalipsis 5:10
“Gocémonos alegrémonos démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa se ha preparado. a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santosY el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”
— Apocalipsis 19:7-9
“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”
— Apocalipsis 21:2
“Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. me llevó en el Espíritu a un monte grande alto, me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios”
— Apocalipsis 21:9-10
“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
— Apocalipsis 22:17
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos nueva tierra; de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”
— Isaías 65:17
“Porque como los cielos nuevos la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia vuestro nombre”
— Isaías 66:22
“Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, más alto que los collados, correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, dirán: Venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; nos enseñará en sus caminos, andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, de Jerusalén la palabra de Jehová. él juzgará entre muchos pueblos, corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; martillarán sus espadas para azadones, sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. se sentará cada uno debajo de su vid debajo de su higuera, no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado”
— Miqueas 4:1-4
“Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, uno su nombre”
— Zacarías 14:9
“Mi siervo David será rey sobre ellos, todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis preceptos, mis estatutos guardarán, los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos los hijos de sus hijos para siempre; mi siervo David será príncipe de ellos para siempre”
— Ezequiel 37:24-25
“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, otros para vergüenza confusión perpetua”
— Daniel 12:2
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. todo aquel que vive cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”
— Juan 11:25-26
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. si hijos, también herederos; herederos de Dios coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”
— Romanos 8:16-17
“Porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”
— Romanos 8:21
“Amados, ahora somos hijos de Dios, aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”
— 1 Juan 3:2
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, me he sentado con mi Padre en su trono”
— Apocalipsis 3:21
“Nos has hecho para nuestro Dios reyes sacerdotes, reinaremos sobre la tierra”
— Apocalipsis 5:10
“Gocémonos alegrémonos démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa se ha preparado”
— Apocalipsis 19:7
“El que venciere heredará todas las cosas, yo seré su Dios, él será mi hijo”
— Apocalipsis 21:7
“Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, para entrar por las puertas en la ciudad”
— Apocalipsis 22:14