38 Versículos bíblicos sobre el jefe de familia

Versículos bíblicos sobre el jefe de familia

“Porque yo sé que mandará a sus hijos a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”

— Génesis 18:19

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador”

— Efesios 5:23

“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad”

— 1 Timoteo 3:4

“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”

— Tito 1:6

“Instruye al niño en su caminoY aun cuando fuere viejo no se apartará de él”

— Proverbios 22:6

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”

— Colosenses 3:18

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, el varón es la cabeza de la mujer, Dios la cabeza de Cristo”

— 1 Corintios 11:3

“Porque si alguno no provee para los suyos, mayormente para los de su casa, ha negado la fe, es peor que un incrédulo”

— 1 Timoteo 5:8

“Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina amonestación del Señor”

— Efesios 6:4

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

— 1 Pedro 3:7

“Camina en su integridad el justoSus hijos son dichosos después de él”

— Proverbios 20:7

“Honra a tu padre a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”

— Éxodo 20:12

“Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; las repetirás a tus hijos, hablarás de ellas estando en tu casa, andando por el camino, al acostarte, cuando te levantes”

— Deuteronomio 6:6-7

“Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo mi casa serviremos a Jehová”

— Josué 24:15

“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, allí seré sepultada; así me haga Jehová, aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos”

— Rut 1:16-17

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, el varón es la cabeza de la mujer, Dios la cabeza de Cristo”

— 1 Corintios 11:3

“Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos sus casas”

— 1 Timoteo 3:12

“Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”

— Tito 2:4-5

“Su marido es conocido en las puertasCuando se sienta con los ancianos de la tierra”

— Proverbios 31:23

“No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”

— 1 Pedro 5:3

“Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”

— Colosenses 3:21

“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”

— Génesis 2:24

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, seas de larga vida sobre la tierra. vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina amonestación del Señor”

— Efesios 6:1-4

“¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud”

— Malaquías 2:15

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”

— 1 Juan 2:16

“Si alguno viene a mí, no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”

— Lucas 14:26

“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo, dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Mateo 19:4-6

“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”

— Marcos 10:9

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”

— 1 Corintios 7:14

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe pureza”

— 1 Timoteo 4:12

“Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, no tenga nada malo que decir de vosotros”

— Tito 2:6-8

“El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijosPero la riqueza del pecador está guardada para el justo”

— Proverbios 13:22

“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casaTus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”

— Salmos 128:3

“Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos consolábamos a cada uno de vosotros”

— 1 Tesalonicenses 2:11

“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”

— 1 Pedro 2:17

“Corona de los viejos son los nietosY la honra de los hijos, sus padres”

— Proverbios 17:6

“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, en tu madre Eunice, estoy seguro que en ti también”

— 2 Timoteo 1:5