79 Versículos bíblicos sobre el cuidado de los enfermos

Versículos bíblicos sobre el cuidado de los enfermos

“No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová”

— Levítico 19:16

“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”

— Santiago 5:14

“Estuve desnudo, me cubristeis; enfermo, me visitasteis; en la cárcel, vinisteis a mí”

— Mateo 25:36

“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”

— Salmos 41:3

“Acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite vino; poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, cuidó de él”

— Lucas 10:34

“El corazón alegre constituye buen remedioMas el espíritu triste seca los huesos”

— Proverbios 17:22

“Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, harás que viva”

— Isaías 38:16

“De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, hagan el bien”

— 1 Pedro 4:19

“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”

— Jeremías 30:17

“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”

— Salmos 147:3

“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”

— Éxodo 15:26

“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”

— Mateo 9:35

“Dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; todos los que le tocaban quedaban sanos”

— Marcos 6:56

“Aunque ande en valle de sombra de muerteNo temeré mal alguno, porque tú estarás conmigoTu vara tu cayado me infundirán aliento”

— Salmos 23:4

“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, cumplid así la ley de Cristo”

— Gálatas 6:2

“Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”

— Romanos 12:15

“Si dieres tu pan al hambriento, saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, tu oscuridad será como el mediodía”

— Isaías 58:10

“Bendito sea el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”

— 2 Corintios 1:3-4

“No seas sabio en tu propia opiniónTeme a Jehová, apártate del malPorque será medicina a tu cuerpoY refrigerio para tus huesos”

— Proverbios 3:7-8

“Jesús entonces, al verla llorando, a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu se conmovió, dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven ve. Jesús lloró”

— Juan 11:33-35

“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”

— 1 Tesalonicenses 5:14

“Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, que había gastado en médicos todo cuanto tenía, por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás tocó el borde de su manto; al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? negando todos, dijo Pedro los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta oprime, dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, cómo al instante había sido sanada. él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”

— Lucas 8:43-48

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazónY salva a los contritos de espíritu”

— Salmos 34:18

“Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo”

— Hebreos 13:3

“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta”

— 2 Timoteo 4:16

“Él es quien perdona todas tus iniquidadesEl que sana todas tus dolencias”

— Salmos 103:3

“Quitará Jehová de ti toda enfermedad; todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren”

— Deuteronomio 7:15

“Pero el que tiene bienes de este mundo ve a su hermano tener necesidad, cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”

— 1 Juan 3:17

“Todo tiene su tiempo, todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”

— Eclesiastés 3:1

“Le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos”

— Zacarías 13:6

“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”

— Mateo 14:14

“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo con poder a Jesús de Nazaret, cómo este anduvo haciendo bienes sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”

— Hechos 10:38

“Envió su palabra, los sanólos libró de su ruina”

— Salmos 107:20

“Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”

— Marcos 1:34

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”

— Colosenses 3:12

“No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”

— Filipenses 2:4

“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”

— Mateo 14:14

“Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, untó con el lodo los ojos del ciego, le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, se lavó, regresó viendo”

— Juan 9:6-7

“Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, le dijo: No llores”

— Lucas 7:13

“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, a los presos apertura de la cárcel”

— Isaías 61:1

“El que oprime al pobre afrenta a su HacedorMas el que tiene misericordia del pobre, lo honra”

— Proverbios 14:31

“Porque me consumió el celo de tu casaY los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí”

— Salmos 69:9

“Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos”

— 2 Corintios 1:6

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

“Mas tú, Señor, Dios misericordioso clementeLento para la ira, grande en misericordia verdad”

— Salmos 86:15

“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”

— 1 Juan 3:16

“El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”

— 2 Corintios 1:4

“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”

— Romanos 15:1-2

“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”

— Santiago 1:27

“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”

— Mateo 14:14

“Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, viéndole, fue movido a misericordia”

— Lucas 10:33

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe”

— Gálatas 6:9-10

“Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, no tienen qué comer”

— Marcos 8:2

“Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, no tienen qué comer; enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino”

— Mateo 15:32

“Como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”

— Lucas 6:31

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

“Resplandeció en las tinieblas luz a los rectosEs clemente, misericordioso justo”

— Salmos 112:4

“Abre tu boca por el mudoEn el juicio de todos los desvalidosAbre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”

— Proverbios 31:8-9

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”

— Mateo 5:7

“Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”

— 1 Timoteo 5:10

“Aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto”

— Tito 3:14

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”

— 1 Corintios 13:4-7

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”

— Mateo 10:8

“De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”

— Hebreos 13:16

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”

— 1 Pedro 2:24

“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, dejar ir libres a los quebrantados, que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, no te escondas de tu hermano?”

— Isaías 58:6-7

“Resplandeció en las tinieblas luz a los rectosEs clemente, misericordioso justo”

— Salmos 112:4

“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”

— Lucas 6:36

“Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito”

— 2 Corintios 7:6

“Si un hermano o una hermana están desnudos, tienen necesidad del mantenimiento de cada día, alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”

— Santiago 2:15-16

“Si alguno dice: Yo amo a Dios, aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”

— 1 Juan 4:20

“Respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”

— Mateo 25:40

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”

— Salmos 126:5

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”

— Romanos 12:10

“No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”

— Filipenses 2:4

“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe”

— Gálatas 6:10

“A Jehová presta el que da al pobreY el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”

— Proverbios 19:17

“Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros”

— 1 Juan 4:11

“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”

— Santiago 2:8