“El que no lleva su cruz viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:27
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Mateo 16:24
“Llamando a la gente a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Marcos 8:34
“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”
— Lucas 9:23
“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”
— Mateo 10:37
“El que ama su vida, la perderá; el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”
— Juan 12:25
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:33
“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven sígueme”
— Mateo 19:21
“Entonces Jesús, mirándole, le amó, le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven, sígueme, tomando tu cruz”
— Marcos 10:21
“Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, tendrás tesoro en el cielo; ven, sígueme”
— Lucas 18:22
“Ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, lo tengo por basura, para ganar a Cristo”
— Filipenses 3:8
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso del pecado que nos asedia, corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”
— Hebreos 12:1
“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”
— 2 Timoteo 2:4
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”
— Santiago 1:12
“Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, no has negado mi nombre”
— Apocalipsis 3:8
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, espacioso el camino que lleva a la perdición, muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, angosto el camino que lleva a la vida, pocos son los que la hallan”
— Mateo 7:13-14
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”
— 1 Corintios 9:24
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor no para los hombres”
— Colosenses 3:23
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”
— 2 Timoteo 4:7
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”
— 1 Pedro 2:21
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”
— Romanos 12:1
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”
— Tito 2:11-14
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. el mundo pasa, sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
— 1 Juan 2:15-17
“Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”
— Hechos 14:22
“Por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió resucitó por ellos”
— 2 Corintios 5:15
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, habiendo acabado todo, estar firmes”
— Efesios 6:13
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado”
— 1 Pedro 4:1
“Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”
— 1 Tesalonicenses 2:4
“Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero de la palabra del testimonio de ellos, menospreciaron sus vidas hasta la muerte”
— Apocalipsis 12:11
“El que no toma su cruz sigue en pos de mí, no es digno de mí”
— Mateo 10:38
“Respondió Jesús dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, tierras, con persecuciones; en el siglo venidero la vida eterna”
— Marcos 10:29-30
“Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”
— Lucas 9:62
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”
— Juan 15:18-19
“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él”
— Filipenses 1:29
“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”
— Colosenses 1:24
“Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello”
— 1 Pedro 4:16
“No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, yo te daré la corona de la vida”
— Apocalipsis 2:10
“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”
— Hebreos 11:24-26
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno amará al otro, o estimará al uno menospreciará al otro. No podéis servir a Dios a las riquezas”
— Mateo 6:24
“Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre”
— Lucas 21:17
“Por lo cualSalid de en medio de ellos, apartaos, dice el SeñorY no toquéis lo inmundoY yo os recibiré”
— 2 Corintios 6:17
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero”
— 1 Corintios 15:31
“También todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”
— 2 Timoteo 3:12
“Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”
— 1 Pedro 4:13
“El que venciere heredará todas las cosas, yo seré su Dios, él será mi hijo”
— Apocalipsis 21:7