52 Versículos bíblicos sobre el amor de madre

Versículos bíblicos sobre el amor de madre

Queridos amigos, aquí les comparto 52 Versículos bíblicos sobre el amor de madre, que creo les ayudarán a comprender este tema si están interesados. Porque aquí en todos los versículos bíblicos que he compartido hay algunos versículos que están directamente relacionados con este tema de la Biblia y he compartido algunos otros versículos que están relacionados con este tema.

Aquí podrás ver estos versículos en un estilo de coloración muy hermoso. Que puedes compartir con tus amigos y familiares tomando una captura de pantalla.

Espero que puedas aprender algo de este tema hoy. Vayamos ahora a los versículos bíblicos. Que Dios los bendiga abundantemente, gracias.

“Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir”

— Proverbios 31:25

“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo”

— Isaías 66:13

“Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien”

— Salmos 139:13-14

“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”

— Efesios 6:2-3

“Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua”

— Proverbios 31:26

“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”

— 2 Timoteo 1:5

“Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”

— Deuteronomio 6:6-7

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre”

— Salmos 127:3

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti”

— Isaías 49:15

“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba”

— Proverbios 31:28

“Ntonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones”

— Lucas 1:46-48

“Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”

— Juan 19:26-27

“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos”

— 1 Tesalonicenses 2:7

“Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, Que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor Que el amor de las mujeres”

— 2 Samuel 1:26

“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos”

— Rut 1:16-17

“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo”

— Isaías 66:13

“Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios”

— Salmos 22:9-10

“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”

— Éxodo 20:12

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación”

— 2 Corintios 1:3

“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”

— Lamentaciones 3:22-23

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste”

— Mateo 23:37

“Él hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya”

— Salmos 113:9

“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”

— 1 Pedro 4:8

“Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”

— Proverbios 23:22

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta”

— Salmos 127:3-5

“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros”

— Isaías 49:15-16

“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”

— Gálatas 4:19

“N ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza”

— Salmos 71:6

“¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito? pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová”

— Jeremías 31:20

“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”

— Efesios 4:32

“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”

— Colosenses 3:20

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”

— Romanos 12:10

“Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso”

— Proverbios 31:20

“Descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”

— Lucas 2:51

“Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”

— Juan 19:27

“Sforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón”

— Salmos 31:24

“Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”

— Isaías 40:11

“Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen”

— Salmos 103:13

“Que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”

— 2 Timoteo 3:15

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”

— 1 Juan 4:19

“María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas”

— Éxodo 15:20

“O con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida”

— Oseas 11:3-4

“Serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve”

— Malaquías 3:17

“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”

— Mateo 19:14

“Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”

— Marcos 10:14

“Que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”

— 2 Timoteo 3:15

“Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo”

— Salmos 46:4

“Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo”

— Isaías 66:13

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”

— Lucas 10:38-42

“He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos”

— 2 Corintios 12:14

“Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas”

— Proverbios 31:29

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