“Él respondió dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
— Mateo 4:4
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”
— Mateo 6:11
“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”
— Juan 6:51
“Bienaventurados los que tienen hambre sed de justicia, porque ellos serán saciados”
— Mateo 5:6
“Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis”
— Juan 4:32
“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre”
— Juan 6:27
“Pedid, se os dará; buscad, hallaréis; llamad, se os abrirá”
— Mateo 7:7
“Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”
— Lucas 4:4
“Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo da vida al mundo”
— Juan 6:33
“¿Quién es, pues, el siervo fiel prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?”
— Mateo 24:45
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu son vida”
— Juan 6:63
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabrasMás que la miel a mi boca”
— Salmos 119:103
“Mientras comían, tomó Jesús el pan, bendijo, lo partió, dio a sus discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”
— Mateo 26:26
“Tomó el pan dio gracias, lo partió les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí”
— Lucas 22:19
“Porque mi carne es verdadera comida, mi sangre es verdadera bebida”
— Juan 6:55
“Todos comieron el mismo alimento espiritual”
— 1 Corintios 10:3
“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, no de alimento sólido”
— Hebreos 5:12
“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”
— 1 Pedro 2:2
“¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, comed del bien, se deleitará vuestra alma con grosura”
— Isaías 55:2
“Fueron halladas tus palabras, yo las comí; tu palabra me fue por gozo por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”
— Jeremías 15:16
“Venid, comed mi panY bebed del vino que yo he mezclado”
— Proverbios 9:5
“Deseables son más que el oro, más que mucho oro afinadoY dulces más que miel, que la que destila del panal”
— Salmos 19:10
“Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría del conocimiento”
— Colosenses 2:2-3
“Fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. él me dijo: Toma, cómelo; te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel”
— Apocalipsis 10:9
“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
— Apocalipsis 22:17
“Gustad, ved que es bueno JehováDichoso el hombre que confía en él”
— Salmos 34:8
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabrasMás que la miel a mi boca”
— Salmos 119:103
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; los que no tienen dinero, venid, comprad comed. Venid, comprad sin dinero sin precio, vino leche”
— Isaías 55:1
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu son vida”
— Juan 6:63
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3
“Tomad el yelmo de la salvación, la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”
— Efesios 6:17
“No os dejéis llevar de doctrinas diversas extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas”
— Hebreos 13:9
“Por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, su perdición no se duerme”
— 2 Pedro 2:3
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos, golpearon contra aquella casa; no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”
— Mateo 7:24-25
“Por lo cual, desechando toda inmundicia abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”
— Santiago 1:21
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, le daré una piedrecita blanca, en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”
— Apocalipsis 2:17
“Lámpara es a mis pies tu palabraY lumbrera a mi camino”
— Salmos 119:105
“Porque será medicina a tu cuerpoY refrigerio para tus huesos”
— Proverbios 3:8
“Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia con inteligencia”
— Jeremías 3:15
“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”
— Juan 6:68
“Bienaventurados los que tienen hambre sed de justicia, porque ellos serán saciados”
— Mateo 5:6
“Jehová es mi pastor; nada me faltará”
— Salmos 23:1
“Habiendo dado gracias, lo partió, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí”
— 1 Corintios 11:24
“Aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan lo bendijo, lo partió, les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, le reconocieron; mas él se desapareció de su vista”
— Lucas 24:30-31
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Les dijo Jesús: Venid, comed. ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor”
— Juan 21:12
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”
— Juan 21:15-17
“He aquí, yo estoy a la puerta llamo; si alguno oye mi voz abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, él conmigo”
— Apocalipsis 3:20
“Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadoresUnges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”
— Salmos 23:5
“Tomó el pan dio gracias, lo partió les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”
— Lucas 22:19-20