“No cometerás adulterio”
— Éxodo 20:14
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
— Mateo 5:27-28
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, la mujer también; así quitarás el mal de Israel”
— Deuteronomio 22:22
“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella; si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”
— Marcos 10:11-12
“Mas el que comete adulterio es falto de entendimientoCorrompe su alma el que tal hace”
— Proverbios 6:32
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”
— Malaquías 2:16
“Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Romanos 13:9
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”
— 1 Corintios 6:9-10
“Para que te guarden de la mala mujerDe la blandura de la lengua de la mujer extrañaNo codicies su hermosura en tu corazónNi ella te prenda con sus ojosPorque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de panY la mujer caza la preciosa alma del varón¿Tomará el hombre fuego en su senoSin que sus vestidos ardan?¿Andará el hombre sobre brasasSin que sus pies se quemen?Así es el que se llega a la mujer de su prójimoNo quedará impune ninguno que la tocare”
— Proverbios 6:24-29
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”
— 1 Timoteo 3:2
“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”
— Tito 1:6
“Pero fornicación toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos”
— Efesios 5:3
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero la adúltera indefectiblemente serán muertos”
— Levítico 20:10
“Entonces los escribas los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; quedó solo Jesús, la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”
— Juan 8:3-11
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:10-11
“Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella fornicó”
— Jeremías 3:8
“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”
— Mateo 5:32
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
— 1 Pedro 3:7
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”
— 1 Corintios 7:15
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:2-3
“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa. salida de su casa, podrá ir casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, le escribiere carta de divorcio, se la entregare en su mano, la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”
— Deuteronomio 24:1-4
“Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad misericordia. te desposaré conmigo en fidelidad, conocerás a Jehová”
— Oseas 2:19-20
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne”
— 1 Corintios 6:16
“Serás librado de la mujer extrañaDe la ajena que halaga con sus palabrasLa cual abandona al compañero de su juventudY se olvida del pacto de su Dios”
— Proverbios 2:16-17
“Mi amado es mío, yo suyaÉl apacienta entre lirios”
— Cantares 2:16
“Dicen: Si alguno dejare a su mujer, éndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová”
— Jeremías 3:1
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe”
— 1 Timoteo 5:11-12
“Bebe el agua de tu misma cisternaY los raudales de tu propio pozo¿Se derramarán tus fuentes por las callesY tus corrientes de aguas por las plazas?Sean para ti soloY no para los extraños contigoSea bendito tu manantialY alégrate con la mujer de tu juventudComo cierva amada graciosa gacelaSus caricias te satisfagan en todo tiempoY en su amor recréate siempre¿por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajenaY abrazarás el seno de la extraña?”
— Proverbios 5:15-20
“Sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. A todas las rameras les dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; les diste presentes, para que de todas partes se llegasen a ti en tus fornicaciones. ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, tú das la paga, en lugar de recibirla; por esto has sido diferente”
— Ezequiel 16:32-34
“Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo”
— Mateo 22:30
“Vendré a vosotros para juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros, contra los que juran mentira, los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda al huérfano, los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”
— Malaquías 3:5
“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”
— 1 Juan 2:16
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”
— Santiago 4:4
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”
— 1 Tesalonicenses 4:3-5
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”
— 1 Corintios 6:18-20
“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, contaminan al hombre”
— Marcos 7:21-23
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:2-3
“También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”
— Mateo 5:31-32
“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”
— Apocalipsis 21:8
“Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabrasLe obligó con la zalamería de sus labiosAl punto se marchó tras ellaComo va el buey al degolladeroY como el necio a las prisiones para ser castigadoComo el ave que se apresura a la redY no sabe que es contra su vidaHasta que la saeta traspasa su corazónAhora pues, hijos, oídmeY estad atentos a las razones de mi bocaNo se aparte tu corazón a sus caminosNo yerres en sus veredasPorque a muchos ha hecho caer heridosY aun los más fuertes han sido muertos por ellaCamino al Seol es su casaQue conduce a las cámaras de la muerte”
— Proverbios 7:21-27