“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová”
— Levítico 19:18
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”
— Efesios 4:29
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”
— Colosenses 3:8
“La blanda respuesta quita la iraMas la palabra áspera hace subir el furor”
— Proverbios 15:1
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
— Santiago 1:19
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espadaMas la lengua de los sabios es medicina”
— Proverbios 12:18
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería maledicencia, toda malicia”
— Efesios 4:31
“La lengua apacible es árbol de vidaMas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu”
— Proverbios 15:4
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”
— Mateo 12:36
“De una misma boca proceden bendición maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”
— Santiago 3:10
“La muerte la vida están en poder de la lenguaY el que la ama comerá de sus frutos”
— Proverbios 18:21
“Guarda tu lengua del malY tus labios de hablar engaño”
— Salmos 34:13
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables”
— 1 Pedro 3:8
“Panal de miel son los dichos suavesSuavidad al alma medicina para los huesos”
— Proverbios 16:24
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”
— Colosenses 4:6
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece”
— 1 Corintios 13:4
“Con larga paciencia se aplaca el príncipeY la lengua blanda quebranta los huesos”
— Proverbios 25:15
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”
— Mateo 5:22
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“El que ahorra sus palabras tiene sabiduríaDe espíritu prudente es el hombre entendido”
— Proverbios 17:27
“Pon guarda a mi boca, oh JehováGuarda la puerta de mis labios”
— Salmos 141:3
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano juzga a su hermano, murmura de la ley juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”
— Santiago 4:11
“El que guarda su boca su lenguaSu alma guarda de angustias”
— Proverbios 21:23
“Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”
— 1 Timoteo 6:11-12
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido”
— 2 Timoteo 2:24
“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, todas las detracciones”
— 1 Pedro 2:1
“En las muchas palabras no falta pecadoMas el que refrena sus labios es prudente”
— Proverbios 10:19
“Por lo cual, animaos unos a otros, edificaos unos a otros, así como lo hacéis”
— 1 Tesalonicenses 5:11
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”
— Filipenses 2:3
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Peca el que menosprecia a su prójimoMas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado”
— Proverbios 14:21
“Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Gálatas 5:14
“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, vivid en paz; el Dios de paz de amor estará con vosotros”
— 2 Corintios 13:11
“Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina”
— Eclesiastés 10:12
“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho en verdad”
— 1 Juan 3:18
“Seguid la paz con todos, la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”
— Hebreos 12:14
“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuegoY la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, contamina todo el cuerpo, inflama la rueda de la creación, ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, de aves, de serpientes, de seres del mar, se doma ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios Padre, con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”
— Santiago 3:2-10
“Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones”
— 1 Pedro 4:9
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley los profetas”
— Mateo 7:12
“El necio da rienda suelta a toda su iraMas el sabio al fin la sosiega”
— Proverbios 29:11
“No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos”
— 1 Timoteo 5:1
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”
— Judas 1:20-21
“Bendito sea el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”
— 2 Corintios 1:3-4
“Ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”
— Efesios 5:4
“Pon guarda a mi boca, oh JehováGuarda la puerta de mis labiosNo dejes que se incline mi corazón a cosa malaA hacer obras impíasCon los que hacen iniquidadY no coma yo de sus deleites”
— Salmos 141:3-4
“Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”
— Romanos 15:2
“Todas vuestras cosas sean hechas con amor”
— 1 Corintios 16:14
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porqueDios resiste a los soberbiosY da gracia a los humildes”
— 1 Pedro 5:5
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, para con todos”
— 1 Tesalonicenses 5:15
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
— Filipenses 4:8
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
— 1 Juan 4:7-8