“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”
— Hebreos 10:25
“Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”
— Mateo 10:22
“Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, Tito a Dalmacia”
— 2 Timoteo 4:10
“Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”
— Hechos 20:29-30
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios”
— 1 Timoteo 4:1
“Nadie os engañen ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”
— 2 Tesalonicenses 2:3
“Si en verdad permanecéis fundados firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro”
— Colosenses 1:23
“Mas los malos hombres los engañadores irán de mal en peor, engañando siendo engañados”
— 2 Timoteo 3:13
“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”
— Tito 1:16
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”
— 1 Juan 2:19
“Muchos tropezarán entonces, se entregarán unos a otros, unos a otros se aborrecerán”
— Mateo 24:10
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”
— 2 Pedro 2:1
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”
— Apocalipsis 2:4
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”
— Apocalipsis 3:15-16
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
— Filipenses 3:20
“Esto, pues, digo requiero en el Señor: que ya no éis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente”
— Efesios 4:17
“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, que os apartéis de ellos”
— Romanos 16:17
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”
— 1 Corintios 15:33
“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”
— Gálatas 1:8-9
“Por lo cualSalid de en medio de ellos, apartaos, dice el SeñorY no toquéis lo inmundoY yo os recibiré”
— 2 Corintios 6:17
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”
— Santiago 4:4
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”
— 1 Pedro 2:9
“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”
— Juan 15:19
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”
— 1 Juan 4:1
“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos desarraigados; fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas”
— Judas 1:12-13
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros? entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
— Mateo 7:21-23
“¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre; la madre contra la hija, la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, la nuera contra su suegra”
— Lucas 12:51-53
“Os expulsarán de las sinagogas; aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”
— Juan 16:2
“De vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos”
— Hechos 20:30
“Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”
— 2 Timoteo 3:5
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”
— 2 Timoteo 4:3
“Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”
— 1 Corintios 5:11
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”
— 2 Corintios 13:5
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros”
— 1 Juan 2:19
“Oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”
— Apocalipsis 18:4