“Dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”
— Génesis 2:18
“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”
— Proverbios 18:22
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”
— Proverbios 31:10
“Apenas hube pasado de ellos un pocoHallé luego al que ama mi almaLo así, no lo dejéHasta que lo metí en casa de mi madreY en la cámara de la que me dio a luz”
— Cantares 3:4
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; cordón de tres dobleces no se rompe pronto”
— Eclesiastés 4:9-12
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿qué comunión la luz con las tinieblas?”
— 2 Corintios 6:14
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella”
— Efesios 5:25
“Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”
— Colosenses 3:14
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:4-7
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Deléitate asimismo en Jehováél te concederá las peticiones de tu corazón”
— Salmos 37:4
“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casaTus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”
— Salmos 128:3
“Nunca se aparten de ti la misericordia la verdadÁtalas a tu cuelloEscríbelas en la tabla de tu corazónY hallarás gracia buena opiniónAnte los ojos de Dios de los hombres”
— Proverbios 3:3-4
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazónPorque de él mana la vida”
— Proverbios 4:23
“Encomienda a Jehová tus obrasY tus pensamientos serán afirmados”
— Proverbios 16:3
“La casa las riquezas son herencia de los padresMas de Jehová la mujer prudente”
— Proverbios 19:14
“Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombreMas el hombre entendido lo alcanzará”
— Proverbios 20:5
“Mejor es vivir en un rincón del terradoQue con mujer rencillosa en casa espaciosa”
— Proverbios 21:9
“Instruye al niño en su caminoY aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
— Proverbios 22:6
“Dame, hijo mío, tu corazónY miren tus ojos por mis caminos”
— Proverbios 23:26
“Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazoPorque fuerte es como la muerte el amorDuros como el Seol los celosSus brasas, brasas de fuego, fuerte llamaLas muchas aguas no podrán apagar el amorNi lo ahogarán los ríosSi diese el hombre todos los bienes de su casa por este amorDe cierto lo menospreciarían”
— Cantares 8:6-7
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Marcos 10:9
“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”
— Romanos 12:10
“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”
— 1 Corintios 7:39
“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
— 2 Corintios 12:9
“Con toda humildad mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”
— Efesios 4:2-3
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”
— Efesios 5:22-33
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”
— Filipenses 2:2
“La paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; sed agradecidos”
— Colosenses 3:15
“Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros”
— 1 Tesalonicenses 4:9
“A las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza”
— 1 Timoteo 5:2
“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”
— Tito 2:3-5
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
— Santiago 1:19
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
— 1 Pedro 3:7
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, conoce a Dios”
— 1 Juan 4:7
“Este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que éis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio”
— 2 Juan 1:6
“Gocémonos alegrémonos démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa se ha preparado”
— Apocalipsis 19:7
“Yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”
— Apocalipsis 21:2