61 Versículos bíblicos sobre tener varias esposas

Versículos bíblicos sobre tener varias esposas

“Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, el nombre de la otra, Zila”

— Génesis 4:19

“Sarai mujer de Abram no le daba hijos; ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. atendió Abram al ruego de Sarai. Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, la dio por mujer a Abram su marido. él se llegó a Agar, la cual concibió; cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora”

— Génesis 16:1-4

“Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella. Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, hizo banquete. sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, se la trajo; él se llegó a ella. dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada. Venida la mañana, he aquí que era Lea; Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor. Cumple la semana de esta, se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años. hizo Jacob así, cumplió la semana de aquella; él le dio a Raquel su hija por mujer. dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada. se llegó también a Raquel, la amó también más que a Lea; sirvió a Labán aún otros siete años”

— Génesis 29:21-30

“Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Jacob se enojó contra Raquel, dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, dará a luz sobre mis rodillas, yo también tendré hijos de ella. Así le dio a Bilha su sierva por mujer; Jacob se llegó a ella. concibió Bilha, dio a luz un hijo a Jacob. Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, también oyó mi voz, me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan. Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, dio a luz un segundo hijo a Jacob. dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, he vencido. llamó su nombre Neftalí. Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, la dio a Jacob por mujer. Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. dijo Lea: Vino la ventura; llamó su nombre Gad. Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; llamó su nombre Aser”

— Génesis 30:1-13

“Se acordó Dios de Raquel, la oyó Dios, le concedió hijos. concibió, dio a luz un hijo, dijo: Dios ha quitado mi afrenta; llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo”

— Génesis 30:22-24

“Entonces se levantó Jacob, subió sus hijos sus mujeres sobre los camellos, puso en camino todo su ganado, todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán. Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; Raquel hurtó los ídolos de su padre. Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba”

— Génesis 31:17-20

“Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce”

— Génesis 35:22

“Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo”

— Génesis 36:2

“Te di la casa de tu señor, las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel de Judá; si esto fuera poco, te habría añadido mucho más”

— 2 Samuel 12:8

“Aconteció después de esto, que teniendo Absalón hijo de David una hermana hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón hijo de David. estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna. Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; Jonadab era hombre muy astuto. este le dijo: Hijo del rey, ¿por qué de día en día vas enflaqueciendo así? ¿No me lo descubrirás a mí? Amnón le respondió: Yo amo a Tamar la hermana de Absalón mi hermano. Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, finge que estás enfermo; cuando tu padre viniere a visitarte, dile: Te ruego que venga mi hermana Tamar, para que me dé de comer, prepare delante de mí alguna vianda, para que al verla yo la coma de su mano. Se acostó, pues, Amnón, fingió que estaba enfermo; vino el rey a visitarle. dijo Amnón al rey: Yo te ruego que venga mi hermana Tamar, haga delante de mí dos hojuelas, para que coma yo de su manoY David envió a Tamar a su casa, diciendo: Ve ahora a casa de Amnón tu hermano, hazle de comer. fue Tamar a casa de su hermano Amnón, el cual estaba acostado; tomó harina, amasó, hizo hojuelas delante de él las coció. Tomó luego la sartén, las sacó delante de él; mas él no quiso comer. dijo Amnón: Echad fuera de aquí a todos. todos salieron de allí. Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba, para que yo coma de tu mano. tomando Tamar las hojuelas que había preparado, las llevó a su hermano Amnón a la alcoba. cuando ella se las puso delante para que comiese, asió de ella, le dijo: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo. Ella entonces le respondió: No, hermano mío, no me hagas violencia; porque no se debe hacer así en Israel. No hagas tal vileza. Porque ¿adónde iría yo con mi deshonra? aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que él no me negará a ti. Mas él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, se acostó con ellaLuego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. le dijo Amnón: Levántate, vete. ella le respondió: No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír, sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Échame a esta fuera de aquí, cierra tras ella la puerta. llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes. Su criado, pues, la echó fuera, cerró la puerta tras ella. Entonces Tamar tomó ceniza la esparció sobre su cabeza, rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritandoY le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por esto. se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano”

— 2 Samuel 13:1-20

“Tuvo setecientas mujeres reinas trescientas concubinas; sus mujeres desviaron su corazón”

— 1 Reyes 11:3

“Estos son los hijos de David que le nacieron en Hebrón: Amnón el primogénito, de Ahinoam jezreelita; el segundo, Daniel, de Abigail la de Carmel; el tercero, Absalón hijo de Maaca, hija de Talmai rey de Gesur; el cuarto, Adonías hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, de Abital; el sexto, Itream, de Egla su mujer. Estos seis le nacieron en Hebrón, donde reinó siete años seis meses; en Jerusalén reinó treinta tres años. Estos cuatro le nacieron en Jerusalén: Simea, Sobab, Natán, Salomón hijo de Bet-súa hija de Amiel. otros nueve: Ibhar, Elisama, Elifelet, Noga, Nefeg, Jafía, Elisama, Eliada Elifelet. Todos estos fueron los hijos de David, sin los hijos de las concubinas. Tamar fue hermana de ellos”

— 1 Crónicas 3:1-9

“Asur padre de Tecoa tuvo dos mujeres, Hela Naara”

— 1 Crónicas 4:5

“Asimismo derrotó David a Hadad-ezer rey de Soba, en Hamat, yendo este a asegurar su dominio junto al río Éufrates”

— 1 Crónicas 18:3

“Pero Roboam amó a Maaca hija de Absalón sobre todas sus mujeres concubinas; porque tomó dieciocho mujeres sesenta concubinas, engendró veintiocho hijos sesenta hijas”

— 2 Crónicas 11:21

“Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel los sacerdotes levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios amorreos, hacen conforme a sus abominaciones. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí para sus hijos, el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; la mano de los príncipes de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado”

— Esdras 9:1-2

“Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; mas a pesar de esto, aún hay esperanza para Israel. Ahora, pues, hagamos pacto con nuestro Dios, que despediremos a todas las mujeres los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; hágase conforme a la ley. Levántate, porque esta es tu obligación, nosotros estaremos contigo; esfuérzate, pon mano a la obra. Entonces se levantó Esdras juramentó a los príncipes de los sacerdotes de los levitas, a todo Israel, que harían conforme a esto; ellos juraronSe levantó luego Esdras de delante de la casa de Dios, se fue a la cámara de Johanán hijo de Eliasib; ido allá, no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció a causa del pecado de los del cautiverio. hicieron pregonar en Judá en Jerusalén que todos los hijos del cautiverio se reuniesen en Jerusalén; que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los príncipes de los ancianos, perdiese toda su hacienda, el tal fuese excluido de la congregación de los del cautiverioAsí todos los hombres de Judá de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte días del mes, que era el mes noveno; se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando con motivo de aquel asunto, a causa de la lluvia. se levantó el sacerdote Esdras les dijo: Vosotros habéis pecado, por cuanto tomasteis mujeres extranjeras, añadiendo así sobre el pecado de Israel. Ahora, pues, dad gloria a Jehová Dios de vuestros padres, haced su voluntad, apartaos de los pueblos de las tierras, de las mujeres extranjeras. respondió toda la asamblea, dijeron en alta voz: Así se haga conforme a tu palabra. Pero el pueblo es mucho, el tiempo lluvioso, no podemos estar en la calle; ni la obra es de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos pecado en esto. Sean nuestros príncipes los que se queden en lugar de toda la congregación, todos aquellos que en nuestras ciudades hayan tomado mujeres extranjeras, vengan en tiempos determinados, con ellos los ancianos de cada ciudad, los jueces de ellas, hasta que apartemos de nosotros el ardor de la ira de nuestro Dios sobre esto. Solamente Jonatán hijo de Asael Jahazías hijo de Ticva se opusieron a esto, los levitas Mesulam Sabetai les ayudaronAsí hicieron los hijos del cautiverio. fueron apartados el sacerdote Esdras, ciertos varones jefes de casas paternas según sus casas paternas; todos ellos por sus nombres se sentaron el primer día del mes décimo para inquirir sobre el asunto. terminaron el juicio de todos aquellos que habían tomado mujeres extranjeras, el primer día del mes primero”

— Esdras 10:2-17

“Vi asimismo en aquellos días a judíos que habían tomado mujeres de Asdod, amonitas, moabitas; la mitad de sus hijos hablaban la lengua de Asdod, porque no sabían hablar judaico, sino que hablaban conforme a la lengua de cada pueblo. reñí con ellos, los maldije, herí a algunos de ellos, les arranqué los cabellos, les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos. ¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios, Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras. ¿obedeceremos a vosotros para cometer todo este mal tan grande de prevaricar contra nuestro Dios, tomando mujeres extranjeras?”

— Nehemías 13:23-27

“Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada la otra aborrecida, la amada la aborrecida le hubieren dado hijos, el hijo primogénito fuere de la aborrecida; en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, suyo es el derecho de la primogenitura”

— Deuteronomio 21:15-17

“Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desví; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia”

— Deuteronomio 17:17

“Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada la otra aborrecida, la amada la aborrecida le hubieren dado hijos, el hijo primogénito fuere de la aborrecida”

— Deuteronomio 21:15

“Te desposarás con mujer, otro varón dormirá con ella; edificarás casa, no habitarás en ella; plantarás viña, no la disfrutarás”

— Deuteronomio 28:30

“Tuvo Gedeón setenta hijos que constituyeron su descendencia, porque tuvo muchas mujeres”

— Jueces 8:30

“Tomó David más concubinas mujeres de Jerusalén, después que vino de Hebrón, le nacieron más hijos hijas”

— 2 Samuel 5:13

“Te di la casa de tu señor, las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel de Judá; si esto fuera poco, te habría añadido mucho más”

— 2 Samuel 12:8

“Tuvo setecientas mujeres reinas trescientas concubinas; sus mujeres desviaron su corazón”

— 1 Reyes 11:3

“Pero Roboam amó a Maaca hija de Absalón sobre todas sus mujeres concubinas; porque tomó dieciocho mujeres sesenta concubinas, engendró veintiocho hijos sesenta hijas”

— 2 Crónicas 11:21

“Pero Abías se hizo más poderoso. Tomó catorce mujeres, engendró veintidós hijos dieciséis hijas”

— 2 Crónicas 13:21

“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo, dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”

— Mateo 19:3-9

“Se acercaron los fariseos le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. Él, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, repudiarla. respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; pero al principio de la creación, varón hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombreEn casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella; si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”

— Marcos 10:2-12

“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”

— Lucas 16:18

“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”

— Romanos 7:2-3

“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, cada una tenga su propio marido”

— 1 Corintios 7:2

“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”

— 1 Corintios 7:10-11

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; la mujer respete a su marido”

— Efesios 5:22-33

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”

— Colosenses 3:18-19

“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”

— 1 Timoteo 3:2

“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”

— Tito 1:6

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”

— 1 Pedro 3:7

“Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios para el Cordero”

— Apocalipsis 14:4

“En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como forastero en la parte más remota del monte de Efraín, el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá. su concubina le fue infiel, se fue de él a casa de su padre, a Belén de Judá, estuvo allá durante cuatro meses. se levantó su marido la siguió, para hablarle amorosamente hacerla volver; llevaba consigo un criado, un par de asnos; ella le hizo entrar en la casa de su padre. viéndole el padre de la joven, salió a recibirle gozoso; le detuvo su suegro, el padre de la joven, quedó en su casa tres días, comiendo bebiendo alojándose allí. Al cuarto día, cuando se levantaron de mañana, se levantó también el levita para irse; el padre de la joven dijo a su yerno: Conforta tu corazón con un bocado de pan, después os iréis. se sentaron ellos dos juntos, comieron bebieron. el padre de la joven dijo al varón: Yo te ruego que quieras pasar aquí la noche, se alegrará tu corazón. se levantó el varón para irse, pero insistió su suegro, volvió a pasar allí la noche. Al quinto día, levantándose de mañana para irse, le dijo el padre de la joven: Conforta ahora tu corazón, aguarda hasta que decline el día. comieron ambos juntos. Luego se levantó el varón para irse, él su concubina su criado. Entonces su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí ya el día declina para anochecer, te ruego que paséis aquí la noche; he aquí que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón; mañana os levantaréis temprano a vuestro camino te irás a tu casaMas el hombre no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó se fue, llegó hasta enfrente de Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados, su concubina. estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; dijo el criado a su señor: Ven ahora, vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche. su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa. dijo a su criado: Ven, sigamos hasta uno de esos lugares, para pasar la noche en Gabaa o en Ramá. Pasando, pues, caminaron, se les puso el sol junto a Gabaa que era de Benjamín. se apartaron del camino para entrar a pasar allí la noche en Gabaa; entrando, se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los acogiese en casa para pasar la nocheY he aquí un hombre viejo que venía de su trabajo del campo al anochecer, el cual era del monte de Efraín, moraba como forastero en Gabaa; pero los moradores de aquel lugar eran hijos de Benjamín. alzando el viejo los ojos, vio a aquel caminante en la plaza de la ciudad, le dijo: ¿A dónde vas, de dónde vienes? él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, no hay quien me reciba en casa. Nosotros tenemos paja forraje para nuestros asnos, también tenemos pan vino para mí para tu sierva, para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. el hombre anciano dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda quede solamente a mi cargo, con tal que no pases la noche en la plaza. los trajo a su casa, dio de comer a sus asnos; se lavaron los pies, comieron bebieronPero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. salió a ellos el dueño de la casa les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. He aquí mi hija virgen, la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas haced con ellas como os parezca, no hagáis a este hombre cosa tan infame. Mas aquellos hombres no le quisieron oír; por lo que tomando aquel hombre a su concubina, la sacó; entraron a ella, abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, la dejaron cuando apuntaba el alba. cuando ya amanecía, vino la mujer, cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de díaY se levantó por la mañana su señor, abrió las puertas de la casa, salió para seguir su camino; he aquí la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. Él le dijo: Levántate, vámonos; pero ella no respondió. Entonces la levantó el varón, echándola sobre su asno, se levantó se fue a su lugar. llegando a su casa, tomó un cuchillo, echó mano de su concubina, la partió por sus huesos en doce partes, la envió por todo el territorio de Israel”

— Jueces 19:1-29

“Aconteció pasados dos años, que Absalón tenía esquiladores en Baal-hazor, que está junto a Efraín; convidó Absalón a todos los hijos del rey. vino Absalón al rey, dijo: He aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores; yo ruego que venga el rey sus siervos con tu siervo. respondió el rey a Absalón: No, hijo mío, no vamos todos, para que no te seamos gravosos. aunque porfió con él, no quiso ir, mas le bendijo. Entonces dijo Absalón: Pues si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo? Pero como Absalón le importunaba, dejó ir con él a Amnón a todos los hijos del rey. Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que miréis cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino; al decir yo: Herid a Amnón, entonces matadle, no temáis, pues yo os lo he mandado. Esforzaos, pues, sed valientes. los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón les había mandado. Entonces se levantaron todos los hijos del rey, montaron cada uno en su mula, huyeronEstando ellos aún en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, ninguno de ellos ha quedado. Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, se echó en tierra, todos sus criados que estaban junto a él también rasgaron sus vestidos. Pero Jonadab, hijo de Simea hermano de David, habló dijo: No diga mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes hijos del rey, pues solo Amnón ha sido muerto; porque por mandato de Absalón esto había sido determinado desde el día en que Amnón forzó a Tamar su hermana. Por tanto, ahora no ponga mi señor el rey en su corazón ese rumor que dice: Todos los hijos del rey han sido muertos; porque solo Amnón ha sido muertoY Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, he aquí mucha gente que venía por el camino a sus espaldas, del lado del monte. dijo Jonadab al rey: He allí los hijos del rey que vienen; es así como tu siervo ha dicho. Cuando él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, alzando su voz lloraron. también el mismo rey todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentosMas Absalón huyó se fue a Talmai hijo de Amiud, rey de Gesur. David lloraba por su hijo todos los días. Así huyó Absalón se fue a Gesur, estuvo allá tres años. el rey David deseaba ver a Absalón; pues ya estaba consolado acerca de Amnón, que había muerto”

— 2 Samuel 13:23-39

“Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot de Jezreel tenía allí una viña junto al palacio de Acab rey de Samaria. Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, yo te daré por ella otra viña mejor que esta; o si mejor te pareciere, te pagaré su valor en dinero. Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres. vino Acab a su casa triste enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. se acostó en su cama, volvió su rostro, no comióVino a él su mujer Jezabel, le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, no comes? Él respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, le dije que me diera su viña por dinero, o que si más quería, le daría otra viña por ella; él respondió: Yo no te daré mi viña. su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, come alégrate; yo te daré la viña de Nabot de JezreelEntonces ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su anillo, las envió a los ancianos a los principales que moraban en la ciudad con Nabot. las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, poned a Nabot delante del pueblo; poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él digan: Tú has blasfemado a Dios al rey. entonces sacadlo, apedreadlo para que muera. los de su ciudad, los ancianos los principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado. promulgaron ayuno, pusieron a Nabot delante del pueblo. Vinieron entonces dos hombres perversos, se sentaron delante de él; aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios al rey. lo llevaron fuera de la ciudad lo apedrearon, murió. Después enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado ha muertoCuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado muerto, dijo a Acab: Levántate toma la viña de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por dinero; porque Nabot no vive, sino que ha muerto. oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ellaEntonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿No mataste, también has despojado? volverás a hablarle, diciendo: Así ha dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangreY Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de Jehová. He aquí yo traigo mal sobre ti, barreré tu posteridad destruiré hasta el último varón de la casa de Acab, tanto el siervo como el libre en Israel. pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, como la casa de Baasa hijo de Ahías, por la rebelión con que me provocaste a ira, con que has hecho pecar a Israel. De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jezreel. El que de Acab fuere muerto en la ciudad, los perros lo comerán, el que fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo(A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba. Él fue en gran manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel.)sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos puso cilicio sobre su carne, ayunó, durmió en cilicio, anduvo humillado. Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa”

— 1 Reyes 21

“Anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab, porque una hija de Acab fue su mujer; hizo lo malo ante los ojos de Jehová”

— 2 Reyes 8:18

“Subieron contra Judá, invadieron la tierra, tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, a sus hijos a sus mujeres; no le quedó más hijo sino solamente Joacaz el menor de sus hijos”

— 2 Crónicas 21:17

“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud”

— Malaquías 2:14-15

“Derramaré sobre la casa de David, sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia de oración; mirarán a mí, a quien traspasaron, llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”

— Zacarías 12:10

“Bebe el agua de tu misma cisternaY los raudales de tu propio pozo¿Se derramarán tus fuentes por las callesY tus corrientes de aguas por las plazas?Sean para ti soloY no para los extraños contigoSea bendito tu manantialY alégrate con la mujer de tu juventudComo cierva amada graciosa gacelaSus caricias te satisfagan en todo tiempoY en su amor recréate siempre¿por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajenaY abrazarás el seno de la extraña?”

— Proverbios 5:15-20

“He perfumado mi cámaraCon mirra, áloes canelaVen, embriaguémonos de amores hasta la mañanaAlegrémonos en amoresPorque el marido no está en casaSe ha ido a un largo viajeLa bolsa de dinero llevó en su manoEl día señalado volverá a su casa”

— Proverbios 7:17-20

“Las aguas hurtadas son dulcesY el pan comido en oculto es sabroso”

— Proverbios 9:17

“Sesenta son las reinas, ochenta las concubinasY las doncellas sin númeroMas una es la paloma mía, la perfecta míaEs la única de su madreLa escogida de la que la dio a luzLa vieron las doncellas, la llamaron bienaventuradaLas reinas las concubinas, la alabaron”

— Cantares 6:8-9

“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”

— Eclesiastés 4:9

“Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”

— Eclesiastés 9:9

“¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne”

— 1 Corintios 6:16

“Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”

— 1 Timoteo 5:9-10

“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”

— 1 Pedro 3:8-9

“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”

— Tito 2:3-5

“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”

— Hebreos 13:4

“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”

— 1 Corintios 7:39

“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”

— Romanos 7:3