“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:4-7
“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian”
— Lucas 6:27-28
“Id, pues, aprended lo que significa: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”
— Mateo 9:13
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
— 2 Pedro 3:9
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:12-13
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
— Gálatas 6:1
“Acercaos a Dios, él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
— Santiago 4:8
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”
— 1 Juan 4:19
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan os persiguen”
— Mateo 5:44
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”
— Lucas 15:7
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”
— Hechos 17:30
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”
— Tito 3:4-7
“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”
— 1 Timoteo 1:15
“Él es la propiciación por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”
— 1 Juan 2:2
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”
— Hebreos 4:16
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”
— 1 Pedro 2:21
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”
— Juan 15:13
“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”
— Romanos 15:7
“Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”
— 2 Corintios 5:18-19
“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
— Filipenses 2:1-4
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”
— Efesios 2:4-5
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”
— 1 Pedro 3:8-9
“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa nueve va por los montes a buscar la que se había descarriado? si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquella, que por las noventa nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”
— Mateo 18:12-14
“Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”
— Juan 8:11
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; la misericordia triunfa sobre el juicio”
— Santiago 2:13
“Yo reprendo castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, arrepiéntete”
— Apocalipsis 3:19
“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”
— 1 Juan 3:16
“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”
— 1 Timoteo 1:15
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Por tanto, mirad por vosotros, por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”
— Hechos 20:28
“Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”
— Romanos 12:20-21
“A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos sin mancha irreprensibles delante de él”
— Colosenses 1:21-22
“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras”
— Hebreos 10:24
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”
— 1 Juan 4:10
“Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad”
— 2 Timoteo 2:24-25
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”
— Tito 2:11
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el primero grande mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:37-39
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos”
— Marcos 12:30-31
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”
— Juan 13:34-35
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”
— 1 Juan 4:20-21
“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”
— Santiago 2:8