“Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle”
— Juan 11:11
“Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto”
— Juan 11:14
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera”
— Juan 11:43
“El que había muerto salió, atadas las manos los pies con vendas, el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, dejadle ir”
— Juan 11:44
“Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; había con ella mucha gente de la ciudad”
— Lucas 7:12
“Lloraban todos hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme”
— Lucas 8:52
“De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; los que la oyeren vivirán”
— Juan 5:25
“Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días”
— Juan 11:39
“Jesús entonces, al verla llorando, a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu se conmovió”
— Juan 11:33
“Algunos de ellos dijeron: ¿No podía este, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?”
— Juan 11:37
“Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, a quien había resucitado de los muertos”
— Juan 12:1
“Dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, posó allí”
— Mateo 21:17
“Entonces vinieron a Jericó; al salir de Jericó él sus discípulos una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando”
— Marcos 10:46
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; una mujer llamada Marta le recibió en su casa”
— Lucas 10:38
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, no quisiste”
— Lucas 13:34
“Daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, le resucitó de los muertos”
— Juan 12:17
“Gran multitud de los judíos supieron entonces que él estaba allí, vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos”
— Juan 12:9
“Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena la otra María, a ver el sepulcro”
— Mateo 28:1
“Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle”
— Marcos 16:1
“El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, algunas otras mujeres con ellas”
— Lucas 24:1
“El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; vio quitada la piedra del sepulcro”
— Juan 20:1
“Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro”
— Juan 20:11
“Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)”
— Juan 20:16
“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros”
— Juan 20:19
“Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino”
— Juan 20:24
“Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús”
— Juan 21:4
“Entonces les fueron abiertos los ojos, le reconocieron; mas él se desapareció de su vista”
— Lucas 24:31
“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, les dijo: Paz a vosotros”
— Lucas 24:36
“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”
— Lucas 24:45
“Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas oró; volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. ella abrió los ojos, al ver a Pedro, se incorporó”
— Hechos 9:40
“Entonces descendió Pablo se echó sobre él, abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo”
— Hechos 20:10
“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero el último”
— Apocalipsis 1:17
“El que vivo, estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. tengo las llaves de la muerte del Hades”
— Apocalipsis 1:18
“Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero el postrero, el que estuvo muerto vivió, dice esto”
— Apocalipsis 2:8
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Porque yo ya estoy para ser sacrificado, el tiempo de mi partida está cercano”
— 2 Timoteo 4:6
“Oh Jehová, hiciste subir mi alma del SeolMe diste vida, para que no descendiese a la sepultura”
— Salmos 30:3
“Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, la tierra dará sus muertos”
— Isaías 26:19
“Por tanto, profetiza, diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, os haré subir de vuestras sepulturas, os traeré a la tierra de Israel”
— Ezequiel 37:12
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”
— 1 Corintios 15:20-22
“Cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”
— 1 Corintios 15:54-55
“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”
— 2 Corintios 1:9
“Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, nos presentará juntamente con vosotros”
— 2 Corintios 4:14
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”
— Colosenses 3:1
“A fin de conocerle, el poder de su resurrección, la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”
— Filipenses 3:10
“Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección”
— Hebreos 11:35
“Bendito el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”
— 1 Pedro 1:3
“Mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos le ha dado gloria, para que vuestra fe esperanza sean en Dios”
— 1 Pedro 1:21
“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”
— 1 Juan 3:14
“El mar entregó los muertos que había en él; la muerte el Hades entregaron los muertos que había en ellos; fueron juzgados cada uno según sus obras”
— Apocalipsis 20:13