51 Versículos bíblicos sobre las llaves

“El que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”

— Apocalipsis 1:18

“A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”

— Mateo 16:19

“Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá”

— Isaías 22:22

“Scribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”

— Apocalipsis 3:7

“¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis”

— Lucas 11:52

“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”

— Mateo 18:18

“A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”

— Juan 20:23

“L quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo”

— Apocalipsis 9:1

“Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”

— Mateo 28:18

“Él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan”

— Lucas 8:10

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”

— Isaías 9:6

“Scribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”

— Apocalipsis 3:7

“O soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”

— Juan 10:9

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

— Mateo 7:7

“¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis”

— Lucas 11:52

“Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá”

— Isaías 22:22

“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”

— Apocalipsis 1:17-18

“A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”

— Mateo 16:19

“Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois”

— Lucas 13:25

“Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel”

— Apocalipsis 21:12

“L Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”

— Isaías 61:1

“Sforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán”

— Lucas 13:24

“Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”

— Mateo 23:13

“Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese”

— Juan 17:12

“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”

— Apocalipsis 20:1-3

“Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel”

— Salmos 147:19

“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”

— Mateo 18:19

“Ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados”

— Hechos 20:32

“El Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros”

— Romanos 16:20

“L cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”

— Colosenses 1:13

“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”

— 2 Timoteo 1:12

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión”

— Apocalipsis 20:7

“Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz”

— Daniel 2:22

“Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”

— Proverbios 3:6

“¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger”

— Salmos 25:12

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”

— Mateo 28:19

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”

— Hechos 1:8

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”

— 2 Corintios 4:7

“A Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”

— Efesios 3:20

“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”

— Filipenses 3:3

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

— 1 Pedro 2:9

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”

— Apocalipsis 3:20

“Para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas”

— Isaías 42:7

“Ntonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras”

— Lucas 24:45

“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

— 2 Corintios 12:9

“De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos”

— Mateo 5:19

“Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”

— Juan 14:13

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:16

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”

— Santiago 4:7

“Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”

— 1 Juan 5:14

“Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”

— Apocalipsis 12:11