Queridos amigos, aquí les comparto 49 Versículos bíblicos sobre los sufrimientos de Jesús, que creo les ayudarán a comprender este tema si están interesados. Porque aquí en todos los versículos bíblicos que he compartido hay algunos versículos que están directamente relacionados con este tema de la Biblia y he compartido algunos otros versículos que están relacionados con este tema.
Aquí podrás ver estos versículos en un estilo de coloración muy hermoso. Que puedes compartir con tus amigos y familiares tomando una captura de pantalla.
Espero que puedas aprender algo de este tema hoy. Vayamos ahora a los versículos bíblicos. Que Dios los bendiga abundantemente, gracias.
“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos”
— Isaías 53:3
“Le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará”
— Mateo 20:19
“Estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
— Lucas 22:44
“Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”
— Juan 19:34
“L pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca”
— Hechos 8:32
“Si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”
— Romanos 8:17
“Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación”
— 2 Corintios 1:5
“¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano”
— Gálatas 3:4
“A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”
— Filipenses 3:10
“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”
— Colosenses 1:24
“Pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición”
— 1 Tesalonicenses 2:2
“Persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor”
— 2 Timoteo 3:11
“Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”
— Hebreos 2:18
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia”
— Hebreos 5:8
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”
— Hebreos 12:2
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”
— 1 Pedro 2:21
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”
— 1 Pedro 3:18
“Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”
— 2 Pedro 2:9
“N esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”
— 1 Juan 3:16
“De Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”
— Apocalipsis 1:5
“Cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”
— Apocalipsis 5:9
“Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”
— Apocalipsis 12:11
“Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella”
— Apocalipsis 19:2
“Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos”
— Isaías 50:6
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”
— Isaías 53:7
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada”
— Isaías 53:10
“Derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”
— Zacarías 12:10
“He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas”
— Salmos 22:14
“L escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé”
— Salmos 69:20
“Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies”
— Salmos 22:16
“Él guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”
— Salmos 34:20
“Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya”
— Salmos 38:10
“Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar”
— Salmos 41:9
“Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre”
— Salmos 69:21
“Yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre”
— Jeremías 11:19
“¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; Porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente furor”
— Lamentaciones 1:12
“Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas”
— Lamentaciones 3:30
“Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos”
— Zacarías 13:7
“Ntonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban”
— Mateo 26:67
“Algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas”
— Marcos 14:65
“Los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban”
— Lucas 22:63
“También otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron”
— Juan 19:37
“A este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole”
— Hechos 2:23
“Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer”
— Hechos 3:18
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3
“Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros”
— 2 Corintios 13:4
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20