60 Versículos bíblicos sobre la fuerza y la sanación

“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”

— Isaías 40:31

“Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino”

— Salmos 18:32

“Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”

— Jeremías 30:17

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

— Filipenses 4:13

“Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas”

— Salmos 147:3

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

— Isaías 41:10

“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

— 2 Corintios 12:9

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”

— Salmos 23:4

“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían”

— Nahúm 1:7

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”

— Mateo 11:28

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”

— Salmos 46:1

“Lla es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado”

— Salmos 119:50

“Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia”

— Salmos 9:9

“Ntonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”

— Isaías 58:8

“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”

— 1 Pedro 2:24

“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”

— Éxodo 15:26

“La oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”

— Santiago 5:15

“Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias”

— Salmos 34:17

“El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”

— Romanos 15:13

“Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”

— Salmos 73:26

“Sforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”

— Deuteronomio 31:6

“Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”

— 2 Timoteo 4:17

“Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo”

— Salmos 119:76

“Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias”

— Salmos 103:2-3

“Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado”

— Hebreos 12:12-13

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”

— Josué 1:9

“Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré”

— Salmos 62:5-6

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra”

— Salmos 121:1-2

“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”

— Lucas 8:48

“N ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”

— Salmos 9:10

“Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos”

— 1 Corintios 16:13

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”

— Isaías 26:3

“Sperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah”

— Salmos 62:8

“Si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”

— Romanos 8:11

“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad”

— Salmos 41:3

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

“Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre”

— Salmos 125:2

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”

— 2 Corintios 1:3-4

“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí”

— Isaías 12:2

“Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado”

— Salmos 119:114

“Mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible”

— Mateo 19:26

“Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina”

— Salmos 107:19-20

“Cha sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo”

— Salmos 55:22

“Njugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

“Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”

— Salmos 27:14

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”

— Efesios 6:10

“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”

— Isaías 43:2

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu”

— Salmos 34:18

“Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal”

— 2 Tesalonicenses 3:3

“¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”

— Salmos 42:11

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”

— 1 Juan 5:4

“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”

— Isaías 58:11

“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”

— Malaquías 4:2

“Sforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón”

— Salmos 31:24

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”

— Romanos 8:37

“Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré”

— Salmos 28:7

“Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado”

— Salmos 119:114

“Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, Pues todas ellas te sirven”

— Salmos 119:91

“Nseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”

— Mateo 28:20

“Lla es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado”

— Salmos 119:50