Queridos amigos, aquí les comparto 78 Versículos bíblicos sobre el llanto, que creo les ayudarán a comprender este tema si están interesados. Porque aquí en todos los versículos bíblicos que he compartido hay algunos versículos que están directamente relacionados con este tema de la Biblia y he compartido algunos otros versículos que están relacionados con este tema.
Aquí podrás ver estos versículos en un estilo de coloración muy hermoso. Que puedes compartir con tus amigos y familiares tomando una captura de pantalla.
Espero que puedas aprender algo de este tema hoy. Vayamos ahora a los versículos bíblicos. Que Dios los bendiga abundantemente, gracias.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu”
— Salmos 34:18
“Njugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”
— Salmos 126:5
“Jesús lloró”
— Juan 11:35
“Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”
— Isaías 25:8
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”
— 2 Corintios 1:3-4
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
— Apocalipsis 7:17
“Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?”
— Salmos 56:8
“Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles”
— Lamentaciones 2:19
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”
— Mateo 5:4
“Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría”
— Salmos 30:5
“A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya”
— Isaías 61:2-3
“Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”
— Romanos 12:15
“Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”
— Apocalipsis 22:4
“Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto”
— Salmos 38:9
“De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo”
— Juan 16:20
“Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?”
— Salmos 42:3
“Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas”
— Salmos 73:21
“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día”
— 2 Timoteo 1:3
“Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?”
— Salmos 119:82
“Ntonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente”
— Mateo 26:75
“Derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”
— Zacarías 12:10
“Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo. Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah”
— Salmos 77:2-3
“Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza”
— Santiago 4:9
“Porque mi alma está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol”
— Salmos 88:3
“Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas”
— Isaías 54:11-12
“Chando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?”
— Salmos 119:82
“Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”
— 2 Samuel 12:23
“Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo”
— Jeremías 31:16
“Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”
— Mateo 9:22
“Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente”
— Hebreos 5:7
“Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”
— Salmos 126:6
“Ntonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses”
— Daniel 3:24-25
“Jehová, escucha mi oración, Y llegue a ti mi clamor”
— Salmos 102:1
“Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda; Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros”
— Lamentaciones 3:55-56
“Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar”
— Salmos 116:8
“Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años”
— Isaías 38:5
“Lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo”
— Apocalipsis 5:4
“Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra”
— Salmos 119:28
“Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
— Zacarías 7:9-10
“Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley”
— Salmos 119:136
“A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas”
— 1 Pedro 1:8-9
“Lla es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado”
— Salmos 119:50
“N toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad”
— Isaías 63:9
“Ntonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas”
— Salmos 107:28-29
“Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré”
— Juan 20:15
“Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos”
— Salmos 119:145
“Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos”
— Apocalipsis 8:3-4
“Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros”
— Salmos 60:1
“Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé”
— Salmos 119:52
“Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores”
— Lucas 7:13
“Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos”
— Salmos 119:131
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”
— 1 Tesalonicenses 4:13-14
“Al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”
— Mateo 9:36
“¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?”
— Salmos 13:1-2
“Njugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó”
— Salmos 22:24
“Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra”
— Salmos 119:67
“Ntonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor”
— Jeremías 31:13
“Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido”
— Salmos 119:92
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra”
— Salmos 119:28
“Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró”
— Juan 11:33-35
“Lla es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado”
— Salmos 119:50
“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”
— 2 Corintios 7:10
“Le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos”
— Lucas 23:27-28
“Ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”
— Filipenses 3:8
“Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra”
— Salmos 119:81
“Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”
— Apocalipsis 7:17
“Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salvación, conforme a tu dicho”
— Salmos 119:41
“Derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”
— Zacarías 12:10
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora”
— Romanos 8:22
“Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido”
— Salmos 119:92
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste”
— Mateo 23:37
“Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley”
— Salmos 119:136
“Njugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4