“Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra”
— Levítico 11:44
“Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces”
— Marcos 1:23
“(Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; le ataban con cadenas grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)”
— Lucas 8:29
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla”
— Mateo 12:43
“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”
— Santiago 1:27
“De tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, las enfermedades se iban de ellos, los espíritus malos salían”
— Hechos 19:12
“Clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, se ha hecho habitación de demonios guarida de todo espíritu inmundo, albergue de toda ave inmunda aborrecible”
— Apocalipsis 18:2
“Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo”
— Marcos 5:8
“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz”
— Lucas 4:33
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”
— Mateo 10:1
“Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”
— Lucas 8:2
“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando”
— Hechos 16:16
“Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino”
— Mateo 8:28
“Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”
— Lucas 8:2
“Vienen a Jesús, ven al que había sido atormentado del demonio, que había tenido la legión, sentado, vestido en su juicio cabal; tuvieron miedo”
— Marcos 5:15
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla”
— Mateo 12:43
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí”
— Lucas 11:24
“No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”
— Efesios 5:11
“Por lo cualSalid de en medio de ellos, apartaos, dice el SeñorY no toquéis lo inmundoY yo os recibiré”
— 2 Corintios 6:17
“Los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”
— Apocalipsis 9:20
“Escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”
— 2 Timoteo 2:26
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca”
— Colosenses 3:8
“Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, no a Dios; no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”
— 1 Corintios 10:20
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”
— Lucas 10:17
“Sed sobrios, velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”
— 1 Pedro 5:8
“A los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”
— Judas 1:6
“Vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia, de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas”
— Apocalipsis 16:13
“Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados”
— Hechos 8:7
“La mujer era griega, sirofenicia de nación; le rogaba que echase fuera de su hija al demonio”
— Marcos 7:26
“Entonces va, toma consigo otros siete espíritus peores que él, entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación”
— Mateo 12:45
“Entonces va, toma otros siete espíritus peores que él; entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”
— Lucas 11:26
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”
— 1 Juan 4:1
“No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”
— 2 Corintios 11:14
“Mas los malos hombres los engañadores irán de mal en peor, engañando siendo engañados”
— 2 Timoteo 3:13
“Fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, sus ángeles fueron arrojados con él”
— Apocalipsis 12:9
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”
— Efesios 6:11
“Absteneos de toda especie de mal”
— 1 Tesalonicenses 5:22
“Escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”
— 2 Timoteo 2:26
“Pero fiel es el Señor, que os afirmará guardará del mal”
— 2 Tesalonicenses 3:3
“Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”
— 1 Pedro 5:9
“Lo arrojó al abismo, lo encerró, puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”
— Apocalipsis 20:3