51 Versículos bíblicos sobre el bautismo y el cielo

Versículos bíblicos sobre el bautismo y el cielo

“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo”

— Mateo 28:19

“El que creyere fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”

— Marcos 16:16

“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”

— Juan 3:5

“Pedro les dijo: Arrepentíos, bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; recibiréis el don del Espíritu Santo”

— Hechos 2:38

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate bautízate, lava tus pecados, invocando su nombre”

— Hechos 22:16

“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”

— Romanos 6:3-4

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”

— 1 Pedro 3:21

“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”

— Gálatas 3:27

“Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”

— Colosenses 2:12

“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo”

— Tito 3:5

“Un Señor, una fe, un bautismo”

— Efesios 4:5

“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”

— 1 Corintios 12:13

“De Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, nos lavó de nuestros pecados con su sangre, nos hizo reyes sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria imperio por los siglos de los siglos. Amén”

— Apocalipsis 1:5-6

“Después de esto miré, he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones tribus pueblos lenguas, que estaban delante del trono en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, con palmas en las manos”

— Apocalipsis 7:9

“Vi un cielo nuevo una tierra nueva; porque el primer cielo la primera tierra pasaron, el mar ya no existía más. yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, él morará con ellos; ellos serán su pueblo, Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:1-4

“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”

— Mateo 19:14

“Viéndolo Jesús, se indignó, les dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”

— Marcos 10:14

“Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”

— Lucas 18:16

“Yendo por el camino, llegaron a cierta agua, dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. mandó parar el carro; descendieron ambos al agua, Felipe el eunuco, le bautizó”

— Hechos 8:36-38

“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, serás salvo, tú tu casa. le hablaron la palabra del Señor a él a todos los que estaban en su casa. él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; en seguida se bautizó él con todos los suyos”

— Hechos 16:31-33

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. si me fuere os preparare lugar, vendré otra vez, os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”

— Juan 14:2-3

“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”

— 2 Corintios 5:1

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”

— Filipenses 3:20

“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles”

— Hebreos 12:22

“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”

— Apocalipsis 22:17

“Destruirá a la muerte para siempre; enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho”

— Isaías 25:8

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

“Aunque ande en valle de sombra de muerteNo temeré mal alguno, porque tú estarás conmigoTu vara tu cayado me infundirán aliento”

— Salmos 23:4

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”

— Juan 14:6

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”

— Mateo 5:10

“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”

— Lucas 23:43

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”

— Juan 5:24

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”

— Romanos 10:9

“El Señor me librará de toda obra mala, me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”

— 2 Timoteo 4:18

“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”

— Tito 2:13

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor”

— 1 Tesalonicenses 4:16-17

“Amados, ahora somos hijos de Dios, aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”

— 1 Juan 3:2

“El que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”

— Apocalipsis 20:15

“Sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, donde ladrones no minan ni hurtan”

— Mateo 6:20

“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”

— Lucas 10:20

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. todo aquel que vive cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

— Juan 11:25-26

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, los muertos serán resucitados incorruptibles, nosotros seremos transformados”

— 1 Corintios 15:51-52

“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”

— 2 Corintios 1:9

“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”

— 1 Pedro 1:4

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, me he sentado con mi Padre en su trono”

— Apocalipsis 3:21

“Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, cree en él, tenga vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero”

— Juan 6:40

“Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”

— Mateo 5:12

“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”

— Lucas 23:43

“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”

— Juan 6:47

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”

— Romanos 8:18

“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”

— Apocalipsis 21:27