“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14
“Echaban fuera muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos, los sanaban”
— Marcos 6:13
“La oración de fe salvará al enfermo, el Señor lo levantará; si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”
— Santiago 5:15
“Acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite vino; poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, cuidó de él”
— Lucas 10:34
“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”
— Éxodo 15:26
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Él es quien perdona todas tus iniquidadesEl que sana todas tus dolencias”
— Salmos 103:3
“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”
— Mateo 8:16
“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 9:35
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“El Espíritu del Señor está sobre míPor cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobresMe ha enviado a sanar a los quebrantados de corazónA pregonar libertad a los cautivosY vista a los ciegosA poner en libertad a los oprimidos”
— Lucas 4:18
“Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz”
— Lucas 7:50
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”
— Lucas 8:48
“Sanad a los enfermos que en ella haya, decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”
— Lucas 10:9
“El que había muerto salió, atadas las manos los pies con vendas, el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, dejadle ir”
— Juan 11:44
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos”
— 2 Corintios 1:6
“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
— 2 Corintios 12:9
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, cumplid así la ley de Cristo”
— Gálatas 6:2
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza”
— Filipenses 2:27
“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”
— Colosenses 1:12-14
“A vosotros, estando muertos en pecados en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados”
— Colosenses 2:13
“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio”
— 1 Timoteo 4:14
“El Señor me librará de toda obra mala, me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”
— 2 Timoteo 4:18
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”
— Hebreos 4:16
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, da gracia a los humildes”
— Santiago 4:6
“Humillaos delante del Señor, él os exaltará”
— Santiago 4:10
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado”
— 1 Pedro 4:14
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria excelencia”
— 2 Pedro 1:3
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”
— 1 Juan 3:8
“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
— Apocalipsis 22:17
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
— Isaías 41:10
“Entonces nacerá tu luz como el alba, tu salvación se dejará ver pronto; irá tu justicia delante de ti, la gloria de Jehová será tu retaguardia”
— Isaías 58:8
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado de la inmundicia”
— Zacarías 13:1
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, en sus alas traerá salvación; saldréis, saltaréis como becerros de la manada”
— Malaquías 4:2
“Jehová Dios míoA ti clamé, me sanaste”
— Salmos 30:2
“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”
— Salmos 41:3
“Envió su palabra, los sanólos libró de su ruina”
— Salmos 107:20
“Hijo mío, está atento a mis palabrasInclina tu oído a mis razonesNo se aparten de tus ojosGuárdalas en medio de tu corazónPorque son vida a los que las hallanY medicina a todo su cuerpo”
— Proverbios 4:20-22
“Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, harás que viva”
— Isaías 38:16
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, aprended de mí, que soy manso humilde de corazón; hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, ligera mi carga”
— Mateo 11:28-30
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4