45 Versículos bíblicos sobre el orden

“Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo”

— Levítico 11:45

“Pero hágase todo decentemente y con orden”

— 1 Corintios 14:40

“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”

— Romanos 13:1

“Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos”

— 1 Corintios 14:33

“Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo”

— Colosenses 2:5

“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”

— Efesios 5:17

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”

— 1 Timoteo 3:15

“Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior”

— 1 Pedro 2:13

“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”

— Tito 1:5

“¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación”

— 1 Corintios 14:26

“Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”

— Génesis 1:31

“Las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”

— Deuteronomio 6:7

“Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí”

— Salmos 119:133

“Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”

— Proverbios 3:6

“Ncomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados”

— Proverbios 16:3

“Por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure”

— Isaías 28:16

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”

— Mateo 6:33

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”

— Mateo 7:24

“Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”

— Mateo 22:21

“Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él”

— Marcos 3:13

“Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él”

— Marcos 12:17

“Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen”

— Lucas 8:21

“¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis”

— Lucas 11:52

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”

— Juan 14:6

“Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”

— Hechos 2:42

“Crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”

— Hechos 6:7

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”

— Romanos 12:2

“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”

— Romanos 12:21

“Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”

— 2 Corintios 13:11

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”

— Gálatas 6:9

“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”

— Efesios 4:11-12

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”

— Filipenses 4:8

“Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”

— Colosenses 3:23

“Xaminadlo todo; retened lo bueno”

— 1 Tesalonicenses 5:21

“Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien”

— 2 Tesalonicenses 3:13

“Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”

— 1 Timoteo 4:15

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”

— 2 Timoteo 2:15

“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”

— Tito 2:7

“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”

— Hebreos 13:17

“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”

— Santiago 3:17

“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”

— 1 Pedro 2:17

“Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente”

— 2 Pedro 1:12

“L misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”

— Apocalipsis 1:20

“Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto”

— Apocalipsis 3:14